III

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Una mañana, Simón se encontraba jugando con sus piernas, alzando una por una y bajandola.

—¡Hey Simón!— Saludo Winter, al ver a Simón en el mismo asiento que todos los días.

Simón escucho la voz de Betty saludandolo y levanto la mira y susurro sorprendido "¿Betty?..", susurro Simón.

—No, soy Winter, jajaja.— Hablo Winter algo enojado, pero lo dejaría pasar.—¿Te gustaría hacer algo?—agrego Winter.

—De acuerdo señor Winter—Agrego, riendo un poco.

Por primera vez, Winter sintió un echizo, al escuchar la risa de Simon, se sintió atraído y no sabía que más podía hacer para llamar su atención.

—¿Sabes?, me haces recordar a mi Betty.—Le dijo Simón a Winter.

Winter se sintió decepcionado y forzó una sonrisa y lo tuvo que mandar como un cumplido.

—Ho, que maravilloso..—Dijo algo triste.

—Bueno, ¡te invito un café!—Grito felizmente Simón.

—Muchas gracias, mi querido Simón, pero yo te lo pago.—Dijo Winter, con una sonrisa y sobando la cabeza de Simon, con delicadeza y suavidad.

—Como usted diga.—Dijo Simón, agarrándole la mano de Winter, y yendo, con velocidad al café, con alegría, ¿Porque?, Winter, se parecía mucho a su prometida..

—¡HEY!, ¡JAJA!, ¡SIMÓN DETENTE!—grito, riendose, y con felicidad, al llegar a la cafetería sé detendría, respiraran un poco y entrarían a la cafetería.

Pasarían el tiempo charlando sin temas iniciales, combinaban temas por temas.

—Jaja, y usted, ¿ha tenido una pareja?—Preguntó Simón tomando un sorbo de su café, mirando a los ojos de Winter.

Winter se puso muy nervioso, no por la pregunta, si no por qué no lo dejaba de mirando a los ojos.

—Mmh.., su tuve un amor, pero no era el de todos, era una relación tóxica..—Dijo Winter,un poco deprimido.

—Bueno, cambiemos de tema mi querido Simón!—Dijo Winter mirando a Simón a los ojos, con una sonrisa amistosa, con un toque de amor y chispa de enamoramiento.

—De acuerdo Winter.—Dijo Simón con una gran sonrisa alegre, no dejaba de ver el rostro de su amada.

—Bueno, Betty-, digo, Winter, lo lamento.—Dijo Simón algo avergonzado rascando su nuca torpemente.

Winter se empezaría a enojar un poco y a decepcionar.

—No te preocupes Simón.—Dijo Winter mirando a otro lado enojado.

Simón se levantaría y le daría un pequeño beso en la mejilla.

—Winter, ya me tengo que ir, nos vemos mañana, byee.—Hablo Simón dándole su dinero, la cantidad exacta de el café que ordeno y se retiro del cafetín.

Winter, cuando vio que Simón se fue, sintió su rostro caliente, estaba enrojecido, se sentía flechado por Simón.

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No tengo tantas ideas.

Ojalá les guste este nuevo capítulo, muchas gracias por todo.

Me pueden decir Matt, y hasta luego.

Bye.
                   Fin del capitulo III

Probablemente.. creo que te amo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora