VIII

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Pasaría 1 hora y Winter se levantaría y notaría que Simón estaba apoyando en su mano y acariciando el cabello de Winter.

—....—Winter se sonrojaria y trataría de hacerse el dormido.

Pero al intentar hacerse el dormido, recibió un pequeño golpecito.

—Se que te estás haciendo el dormido, Winter.—Dijo Simón mirándolo.

—Pero.. casi caes.—Dijo Winter sentandose y mirando a Simón.

Simón se seguía apoyando en su mano, medio dormido. Winter notaría eso y le acariciaria la cabeza a Simón.

—¿Quieres descansar?, te llevo a mi departamento y descansas en mi cama.—Hablo Winter con una sonrisa amigable y confiada.

—De acuerdo.—Acepto la propuesta Simón.

Ambos chicos fueron al departamento de Winter, aquel Simón, se echó en la cama de Winter, estaba fría.. le gustaba, aunque se sentía algo incómodo, por el olor de Winter y sobre todo, la mirada fija sobre el, ¿De quién mirada? , claramente.. de Winter..

Simón lograría dormirse.. se sentía cómodo abrazando la almohada.

—¿Porque se ve tan tierno cuando duerme?—Aclaro Winter con una sonrisa y un rubor en su mejilla, sentando en la silla de su comedor.

—Cada día me enamoro de tí maldita sea,  me vuelves loco..—Dijo Winter tapándose la cara completamente roja.

Pasaría algunas horas y Winter tenía un mantil de cocina, estaba cocinando algo para Simón. Simón se levanta y se soba el ojo por el cansancio.

—mh..—Gimió Simón, parándose y seguía sobándose el ojo, llegaría a la cocina por lo que escucho la cocina prendida.

—¡Simón!, ¡me alegra verte despierto!—Dijo Winter alegremente, dejando lo que estaba haciendo para saludar a Simón.

Simón estaría un poco confundido, no sabía que estaba haciendo Winter.

—¿Que haces Winter?.—Preguntó con un poco de cansancio igualmente.

—¡Cocinando!—Dijo Winter.

Luego de terminar de cocinar, Winter le sirvió la comida a Simón con una sonrisa en su rostro, esperando que su gran amigo la comiera y pueda llenar su satisfacción.

—Esta bueno.—Dijo Simón, comiendo la comida que le dió Winter.—Yo creo que antes eras un chef.—Dijo entre broma Simón.

Winter solo se reía, viendo como Simón comía.

—Bueno, ojalá te guste, si quieres más, en la cocina hay. Siéntete como en casa!—Hablo Winter, con una gran sonrisa, acariciando el cabello de Simon.

—¿estás bien?, estás muy cariñosa repentinamente hoy día.

—Bueno, yo iré a descansar, me avisas si quieres algo.—Hablo Winter, saliendo del comedor y entrando a su habitación, tirándose en su cama y oler el aroma de Simon.

Winter lograría dormirse y un sueño con el y Simón, empezaría.

—¡Hey Simón!—Dijo Winter, agarrando a Simón de la cadera y dándole un beso en el cuello.

Simón solo reía y se ruborizaba.—¿Que haces Winter?—Dijo sonriendo, agarrando su rostro y dándole un beso en los labios.—Detente.—Exclamo Simón, dándole otro beso a Winter.

—De acuerdo.—Dijo Winter, sonriendo y dejándose llevar por el beso.

—¿Que te gustaría hacer hoy, Winter?—Hablo el castaño con mechón blanco, igualmente agarrado del rostro de aquel peli blanco.

—Pasarlo solo contigo querido.—Dijo el peli blanco, poniendo su cabeza en el hombro de Simon, y dándole otros besos picarones en el cuello de aquel castaño.

—¡Jaja!, me hace cosquillas.—Dijo, entre risas Simón.—Si quieres pasarla conmigo, de acuerdo me gusta!—Hablo el castaño.

Luego de unas cuentas horas, Winter se iría despertando,y vería que estaba abrazando a Simón, pero este se encontraba dormido.

Winter se sonrojo y empezó a gritar en su mente, dios, se sentía como el cielo, su sueño echo realidad. Dormir abrazado de su amor verdadero.

—Dios, dios, dios, ¡Esto es un sueño!,.. su cuerpo es cálido..—Susurro Winter, dándole un beso en la frente de Simon y durmiendose nuevamente, abrazado de Simon.

Se sentía bien.. le gustaba.. no quería despertar otra vez, solo quiere estar dormido, abrazado de Simon, le gustaba estar con el, es su mejor acompañante.. le quería decir "me gustas", a Simón.

Pero esa esperanza.. no se encontraba.. solo.. le iba a decir.. "te amo".

Fin del capitulo VIII

Probablemente.. creo que te amo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora