ESTELLE
Esto no puede estar pasando. Mi boca se quedó abierta ante las palabras de Valentina. No puede ser buena suerte para nosotros. En la situación en la que me encuentro, esta no es la imagen que había imaginado.
Todo esto es abrumador. Ni siquiera he tenido tiempo de prestar atención a mi ciclo menstrual. La verdad es que la preocupación por la quiebra de Eleganza, mi negocio preciado, me consume. No sé cómo sobrellevar eso.
Los médicos regresaron para darme las últimas indicaciones antes de dejarme ir. Pero no sin antes agregar que debo tomar más tiempo para descansar, para evitar que estas situaciones se repitan.
Algo imposible con esta situación.
Vamos de camino a la boda nuevamente. Llevo el saco de aquel hombre; al parecer, me he manchado. ¿En qué momento se habrá ido? Luego de Valentina llegar, se esfumó sin hacer ruido. Debo devolverle su chaqueta.
Al llegar, me doy cuenta de que el pastel se ha desparramado por todo el césped. Aún quedan algunos invitados de la boda; Supongo que están esperando para verlo todo hasta el final, sin perderse nada. La tensión en el ambiente se siente como una pérdida, y mi corazón está descontrolado.
Ver lo que nos costó tanto trabajo destrozado me lastima; cada uno de los detalles se ha vuelto un desastre: arreglos pisoteados, copas rotas y mesas volcadas. Me imagino que todo esto es obra de aquellos que se adentraron para grabar la primicia de la novia.
—La novia quiere verte antes de irse —me informa Valentina desde la puerta. Decidí colocarme el saco que aquel hombre me ofreció para cubrir mi desastre. Me siento muy incómodo, pero no creo poder cambiarme antes de hablar con Kloe.
Cuando entro, noto a la novia junto a una de sus amigas, el maquillaje todo derramado y el vestido todo manchado.
—Estelle —se acerca a mí con lágrimas en los ojos— arruinó mi cuento de hadas —me dice mientras la acompaño a sentarse— ese maldito en quien había confiado a pesar de todas las críticas de los medios. Seguí adelante creyéndole, confié en él.
Siento tanta lástima al verla. Mientras organizamos eventos, podemos ver tanto lágrimas de felicidad como de tristeza. Cuando ella vino a mí, vi una oportunidad grandísima, ya que es una de las parejas con mejor imagen en los medios. Es una de esas parejas que es casi imposible que se separen, pero que simplemente sucede. Porque así es la vida, no todo en la vida es color de rosa, y algunas cosas simplemente no van a ser diferentes.
No importa la fortuna que posean, ni la fama que los rodea, algunos están condenados a vivir en pedazos.
—Lo siento tanto, Kloe. Me imagino cómo debes sentirte. Veía la ilusión en tus ojos al contarme cómo deseabas tu boda —le comento, mientras le sobo la espalda para calmarla.
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Luces del Destino
RomanceLuces del destino es una cautivadora historia de amor y superación que sigue los pasos de Estelle Davis, una talentosa decoradora de eventos, y Lucían Cox, un enigmático CEO. A medida que trabajen juntos en la creación de eventos impresionantes, su...