Capítulo 16

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Roma

Severus mira atentamente la habitación por dentro y luego me mira con una gran interrogante.

—Yo creía que los desordenados éramos nosotros.

Prometo que no siempre está así de desordenada, Cissy se toma muy enserio el hecho de arreglarse.

—Claro.

—Oh vamos, quisiera ver la de ustedes, apuesto que está el doble de desordenada que la nuestra.

—Te sorprenderías, a tu hermano no le gusta el desorden. Una vez estuvo a punto de convertir a Barty en un sapo por dejar su lado de la habitación sucio.

Largo una gran carcajada,—Él de casualidad puede transformar una copa en rata, no es muy inteligente que digamos.

Me siento en mi cama a lo que Severus se sienta en la cama de Cissy que está al frente de la mía.

—De hecho eso es lo que más me sorprende, y no solo a mi, el hecho de que tú seas tan inteligente y Avery solo pase las materias de casualidad.

Hago una mueca antes de responderle.—Si, en casa me exigían el doble que a él, yo tengo que conseguir un buen futuro, él ya lo tiene asegurado.

Encojo mis hombros y me levanto para salir de la habitación.

—Acompañame, tengo ganas de un café.

—Si, claro.

Salimos juntos de la habitación, él detrás de mi. No hay incomodidad pero la tensión se siente de gran manera.

Sé que tengo que terminar con la apuesta lo antes posible, no solo por el premio sino que necesito demostrarle que puede desearme más de lo que desea a Lily, necesito que él sepa que puedo ser mejor que ella.

De igual forma la inseguridad no me deja hacer ningún movimiento, el miedo a resultar ser solo una apuesta, que claramente ahora soy, ese miedo no me deja hacer nada ante él.

—Son pasadas las diez, ¿Tu crees que lo elfos estarán despiertos para darte café?

—Por lo general los elfos siempre están pendientes a lo que necesitan los demás, sin importar la hora, además ¿Quién dijo que se lo iba a pedir a los elfos?

Él me mira extrañado.

—Puedo hacer varias cosas con estás manos Sev, una de ellas es poder hacer mi propio café.

El sonríe de costado y se acerca más a mi.—¿Y qué otras cosas pueden hacer esas manos, eh?

—Cosas interesantes.—digo con cierto misterio siguiendo su juego.

Él frena y me acorrala contra una esquina del pasillo anterior a las escaleras.—¿Y si me muestras esas cosas interesantes? Creo que ambos podríamos disfrutarlo.

Empujo levemente su hombro para luego pasar por su costado directo hacia las escaleras.

—No lo creo cariño, tengo una apuesta que ganar.

Él sigue mi caminar rápidamente.

—Que no hayas hecho nada todavía para ganar esa apuesta solo demuestra que sabes que perderás.

—Eso quisieras. Ahora, camina rápido, quiero mi café.

El camino fue rápido y silencioso, por suerte la cocina quedaba cerca justo arriba de las mazmorras. Unos pasos más y llegamos a la cocina, al entrar no encontramos a nadie por lo que me puse a buscar lo que necesitaba para mi café.

—Disculpe señora pero, ¿Qué se supone que hace?

Una pequeña elfina me miraba con curiosidad.

—Oh lo siento Estid, no quería molestarlos, estoy por hacer un café, ¿Quieres uno?—le pregunto por cortesía, ella siempre se niega.

𝐴𝑙𝑤𝑎𝑦𝑠 | 𝑆𝑒𝑣𝑒𝑟𝑢𝑠 𝑆𝑛𝑎𝑝𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora