Capítulo 4: La teoría del asesino en serie.

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Fue despertado por el sonido de su celular. Observó soñoliento el nombre del remitente reflejado en la pantalla, para luego contestar.

— ¡Ni una sola llamada o mensaje para avisarme que estás vivo, Dipper Pines! ¡A este paso me darás un infarto! — Gritó una voz femenina del otro lado de la línea.

— Lo siento, llegué agotado después del viaje— Dipper se excusó, mientras bostezaba— Además hubo un retraso por un accidente en la autopista, que me llevó a perder mi reservación en el hostal y tuve que conseguir un lugar donde quedarme.

— ¿Y pudiste? — El tono de la voz cambió a uno más comprensivo.

— Sí, un chico amable me rentó una habitación de su departamento. Te agradará, el lugar está lleno de gatos, es dueño de una de esas cafeterías que te gustan.

— ¿Hablas en serio? — La voz se emocionó— Maldición, que ganas de estar ahí, tú siempre obtienes toda la diversión y yo el papeleo.

— Mabel, también tienes misiones de campo ¿O ya se te olvido lo que sucedió en Las Vegas?

— No menciones Las vegas, que de solo pensarlo me da jaqueca— Su hermana se quejó— En fin ¿Cuál es tu plan?

— Iré a la estación de policía a conocer al teniente a cargo del caso, para reunir información. Ya conozco a una oficial del lugar, Wendy Corduroy, pasó la prueba de plata, pero ya sabes qué hacer.

— Sí, sí, la investigaré ¿Qué hay de tu arrendador? ¿Es confiable?

— Bill Cipher, eso creo, no reaccionó a la plata. Es... agradable.

— Es la primera vez que te escucho dar una descripción tan positiva de alguien que acabas de conocer— Su hermana soltó una risita.

— No empieces, Mabel. Sabes que estoy aquí solo por trabajo.

Dipper rodó sus ojos, sabía lo que trataba de insinuar.

— Yo no dije nada— La chica soltó otra risita— En fin, también lo investigaré— Prometió— Suerte con tu misión.

— Gracias. Hablamos luego.

La llamada se cortó. Dipper se quedó observando el techo unos segundos antes de levantarse. Se duchó y se cambió para comenzar su día.

Grande fue su sorpresa, al encontrar al rubio en la cocina, tarareando una canción desconocida, mientras preparaba el desayuno, aunque aquello no era lo que más llamaba su atención, sino las perfectas piernas definidas que se asomaban debajo de aquella blanca camisa holgada que cubría parcialmente sus muslos.

Tragó saliva.

— Oh ya despertaste, detective— Bill sonrió al verlo— Ven, acércate, ya casi termino ¿Te gustan los huevos revueltos para desayunar? Si no, también hay manjar, mermelada y mantequilla.

— Los huevos revueltos están bien, gracias— Dipper tomó asiento, al lado de Will, que dormitaba en una de las sillas.

Trató de enfocar su atención en la humeante taza de café frente a él, evitando desviar su mirada en dirección al rubio y su tentadora figura. Malditas hormonas.

— Aquí tienes— Bill no tardó en servirle y tomar asiento frente a él— Provecho.

— Aunque aprecio el gesto, no tienes que hacer esto todos los días, también soy un adulto independiente y puedo preparar comida. No quiero ser una molestia para ti.

— ¿Molestia? No eres para nada una molestia, detective. Estoy feliz de que estés aquí, hace tiempo que no tenía compañía, bueno aparte de la felina claro, y me estaba sintiendo un poco solo. Así que hacer este tipo de cosas no me molesta, es como cocinar para mí, pero con doble porción— Sonrió.

Café, gatos, vampiros y cazadores [Fanfic Dipper x Bill]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora