Capítulo 6: Fue su idea.

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Abrió sus párpados cuando el aroma de algo quemándose en el apartamento alertó sus sentidos, se levantó curioso y buscó el origen con rapidez, encontrándose en la cocina con su compañero de piso maldiciendo enérgicamente al tostador, mientras este último expedía humo y asomaba en la cima dos cuadrados oscuros, casi carbonizados, que antes habían tratado de ser unas tostadas.

— ¡Maldita cosa inservible! — Dipper maldijo, mientras trataba de ventilar el humo de alguna forma por la ventana.

— Primero debes desconectarla— Bill rio divertido ante la situación, desconectando dicho aparato, para luego con un paño de cocina retirar la máquina humeante y dejarla en el fregadero para que se enfriara.

— Lo siento, arruine tu tostadora, te compraré una nueva, lo prometo— El castaño llevó una mano a su propio cabello frustrado, para luego revolverlo— No sirvo ni siquiera para hacer un desayuno decente.

— Hey, no te preocupes, la tostadora era vieja y no la extrañaré. Y respecto al desayuno, la cocina no es tu fuerte— Palmeó su hombro, amable— ¿Qué tal si hoy desayunamos fuera? Hay una cafetería nueva a tres cuadras de distancia, pensaba pronto ir a echar un vistazo.

— ¿Planeas ir y analizar a la competencia? — Dipper alzó una ceja intrigado.

— Bill Cipher no tiene competencia— El rubio se cruzó de brazos para enfatizar su punto— Solo tengo curiosidad de cómo será su café y su servicio.

— Bien— El castaño sonrió ante la invitación— Solo déjame ir por mi gabardina, y, por cierto, tú también deberías arreglarte ¿O piensas salir así a la calle?

— ¿Qué tiene de malo mi camiseta? Cubre todo lo necesario— Bill se dio una vuelta para probar su punto.

— Es algo... Reveladora— El chico tragó saliva ante la exhibición.

— Eres un aguafiestas, detective— El rubio bufó— Pero tomaré tu consejo— Fue a vestirse.

Salir les haría bien a ambos, sobre todo al detective, que parecía frustrado por los sucesos que habían ocurrido las últimas semanas, su investigación estaba estancadas, y quizás eso explicaría su conflicto matutino con la tostadora, necesitaba un cambio de aires.

La nueva cafetería era linda, aunque cursi, demasiado rosa y de colores pasteles, en la opinión de Bill. Ordenaron café y unos sándwiches para desayunar.

Llegada su orden Dipper espero el veredicto del experto.

— Bien... es... decente— El rubio murmuró al probar el café.

— Estás siendo amable— El otro chico contrarrestó después de probarlo— Tu café es mil veces mejor que esto.

— ¿Tú... tú crees?

¿Eso era un leve rubor en sus mejillas?

— Sí, tú eres perfecto...— Dipper no pudo evitar quedar prendado de aquella expresión avergonzada en el rostro del chico después de su halago— Digo, el café, tu café es perfecto— Se corrigió al darse cuenta.

Bill solo sonrió, no era la primera vez que halagaban sus dotes como barista, pero este cumplido, se sentía diferente, especial.

— Y dime ¿Cómo va tu trabajo, detective? ¿Cómo te trata el teniente?

— Supongo que bien, me da el mismo trato que le da a los demás.

— O sea que es un gruñón y déspota todo el tiempo.

— No lo diría así, pero... bueno ya sabes, creo que en el fondo espera más de mí. Puede que esté decepcionado porque no hemos avanzado en el caso— Dipper suspiró.

Café, gatos, vampiros y cazadores [Fanfic Dipper x Bill]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora