Café, gatos, vampiros y cazadores [Fanfic Dipper x Bill]

Capítulo 5: Un favor.

— Entonces detective ¿Aquí tomará mi declaración?

— ¿Mm? — Dipper levantó su mirada cansada del papeleo que llevaba revisando por horas, encontrándose con la radiante sonrisa del rubio frente a su escritorio— ¿Bill? ¿Qué haces aquí? ¿Cómo?

— Estaba haciendo las compras y la comisaría estaba de camino, por lo que pensé en traerte algo, detective. Felicidades por tu primer día.

El rubio dejó sobre la mesa una caja de apetitosas y variadas donas.

— No debiste... yo...

— ¡¿Esas son donas?! — Wendy volteó su silla y sacó un par— Deliciosas, te adoro, Bill.

— Lo sé, lo sé— El chico rio— Pueden compartirlas con los demás si así lo desean. Ya le di una a Frank, ya saben, para que me dejara pasar.

— Sobornar a un policía es delito, Cipher— La pelirroja le recordó mientras terminaba su segunda dona.

— Será nuestro secreto— Llevó un dedo a sus labios y guiñó un ojo.

— Gracias— Dipper sonrió y sacó una dona.

— De nada y ¿Qué traman? ¿Ya atraparon a algún criminal hoy? — Preguntó curioso.

— Solo papeleo hoy— Wendy respondió con un bufido de aburrimiento.

— No puedo hacer nada más hasta que mis credenciales aparezcan en el sistema— Dipper explicó.

— Oh... ya veo.

— Bill ¿Tú no conocías al forense local de casualidad? — La pelirroja preguntó al recordar una conversación pasada con el rubio.

— ¿Te refieres a Fred? Claro, lo conozco, es un tipo agradable y mi amig...

— ¿Es posible que puedas presentármelo? — Dipper no lo dejó terminar su frase, tomando al chico por los hombros.

— Claro ¿Necesitan algo de él? — Parpadeó.

— Mi compañero quiere ver el cuerpo de la última víctima, pero no tenemos el permiso por sus credenciales— Wendy explicó.

— Pues haber empezado por ahí, Fred me debe un favor, los ayudaré.

— Gracias, te lo debo.

— Tú no me debes nada, detective. Aunque, podrías soltarme, solo si quieres— Rio.

— Oh sí, lo siento— El castaño se apartó, algo avergonzado.

— Bien, vamos con Fred.

La morgue no quedaba muy lejos de la comisaría, solo un par de calles abajo. Fueron recibidas por la secretaría de Fred, una mujer amable que les ofreció algo de beber y los invitó a sentarse para esperar a la llegada del forense.

— Típico de Fred, siempre llegando tarde— El rubio comentó.

— Típico de Bill Cipher, quejarse por todo— Un hombre de cabello cano comentó al entrar al lugar— Además no es como si mis pacientes se fueran a alguna parte.

— Fred— El rubio sonrió al verlo, y se levantó para saludarlo apropiadamente— Hace mucho que no visitas la cafetería, "botitas" te extraña.

— He tenido mucho trabajo estos días, pero cuando tenga tiempo, pasaré a verla— El forense prometió— Y dime ¿Quién es tu nuevo amigo? Por cierto, gusto en verla, oficial Corduroy.

— El gusto es mío, señor— Ella sonrió cordialmente, no conocía muy bien al hombre, por lo general era el teniente en persona quien trataba con él.