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En cuanto llegaron a Korea la tensión invadió sus cuerpos. Fueron inmediatamente a encontrarse con el abogado a un lugar en particular para hablar sobre los trámites que harían a continuación.
Apenas podían estar tranquilos sin saber que les esperaba en su futuro.

El tiempo no fue relevante para ellos cuando fueron finalmente a poner la denuncia. E inmediatamente se refugiaron en otro lugar para que no ocurriera nada en el lapso que se convocaba a los acusados para el juicio.

Chan se ofreció amablemente a hospedarlos y ser su "cómplice" ante cualquier alerta.
Hasta que finalmente una semana después un recibo electrónico llegó a sus celulares.

“Ustedes han sido convocados para el primer juicio que se llevará a cabo en dos días a las 15:15 p.m.
Esperamos contar con su presencia”

—¿Estás listo?— Hyunjin miró a Félix agarrando su mano.

—Lo estoy.

(...)

—¿¡Y yo como rayos iba a saber que la leche materna que tienen guardada se tiene que calentar!? ¡No soy su maldita niñera!— expresó aquel chico.

—¡Usa la lógica imbécil!— le respondió Giselle arrebatando de sus manos el biberón que acababa de preparar.— Eres peor que la migraña.

—¡Pues disculpa! ¡Por yo no soy el que diario le batalla con el amor propio!

—¡Y yo no soy a la que siempre la andan humillando en su desempeño!

—¡Tu...

—¡BASTA!

Ambos se sobresaltaron y miraron a una enojada Yeji mirándolos con sus ojos brillantes de molestía.

—Los dos son unos hipócritas, pueden tener su pelea de ex-novios en otro lugar, pero mientras mi hijo y yo estemos aquí conviviendo con ustedes mantendrán sus verdades guardadas.— se acercó a ellos amenazante — ahora irán a comprar despensa y se gritaran todo lo que quieran mientras yo me quedo a descansar.

Asintieron sorprendidos y asustados por aquella faceta de Yeji que jamás habían visto.

(...)

Durante el juicio Hyunjin no miro ni una sola vez a su abuelo, solo dejo que el abogado hablará y presentará las pruebas que había conseguido minuciosamente.

El abogado de su abuelo también hablaba, pero era rápidamente callado por los buenos argumentos y defensas que el otro daba.
Los minutos pasaron demasiado rápido y cuando menos lo pensó el juez ya iba a dar el veredicto.

—Hwang Hyunjin — el mencionado se paró — ya que toda la evidencia junto a los testigos gramaticos son claramente referentes, ¿Que es lo que tú pides? Todo apunta que lo que tú dices es verdad.

Félix agarró su mano en señal de apoyo. Hyunjin le sonrió y después miró de nuevo al juez.

—El puesto de la empresa, el dinero o los beneficios no me importan en absoluto. Solo quiero que si es posible ponga una orden de restricción contra toda mi familia para que no se acerquen a los seres vivos que son mi prioridad en este momento. No quiero verlos, y más después de todo lo que han querido hacer con nuestras vidas.

—Bien— el juez respondió parándose de su asiento — el señor mayor Hwang recibirá una órden estricta para no estar siquiera diez metros de algunos de la familia de su nieto. Por el momento tanto el como los involucrados en el crimen que querían hacer recibirán cuatro años de cárcel y dos con libertad condicional. Le dará parte de la herencia que le pertenece y estará vigilado por cualquier movimiento en falso que haga en contra de él. Ese es el veredicto final— finalizó golpeando fuertemente su martillo.

Hyunjin y Félix hicieron una reverencia de agradecimiento y salieron evitando a cualquier cosa que el abuelo les dirigiera siquiera una palabra.

—Estamos libres de esto Lix, libres — se abrazaron festejando internamente que ya habían solucionado eso.

(...)

—Ten por seguro que eso también quedará solucionado, pero ¿En qué trabajarás ahora?

—Desde hace tiempo yo personalmente fui haciéndome de buenos contactos con compañías e inversiones para plantar mi propia empresa. Eso no va a ser problema sobre todo si voy a estar negociando en el extranjero, además Lix me estara apoyando.

—Entonces no los retenemos más — dijo Lía — vayan por Yeji y después iremos a visitarlos.

—Eso haremos...

(...)

—¿Sabés? Creo que realmente gritar no ha ayudado mucho a mi garganta — dijo Giselle caminando con las bolsas en mano en dirección al hotel.

—A mi tampoco — respondió el otro.

Suspiro.

—Jay, ¿Porque terminamos?— se paró para verlo a los ojos y escuchar su respuesta.

—Fue por una estupidez — río sin gracia — algo que en verdad no quiero recordar... Pero sinceramente, es algo de lo que me arrepiento — murmuró al final.

Antes de que Giselle le respndiera su teléfono sonó. Lo contestó al ver quién era.

—¿Si?

—En una horas más tomaremos el vuelo para ir hasta allá por ustedes, llegaremos mañana al mediodía.

Es una buena noticia Hyunjin.

Avísale a Yeji para que tenga sus cosas preparadas.

Yo le diré.

(...)

Al día siguiente exactamente al mediodía los toques en la puerta de aquel lugar llamaron la atención de Yeji, quién no esperaba ninguna "visita"

Abrió la puerta con temor y asomó su cabeza ligeramente. Pero cualquier duda se disipó cuándo los vió y se abalanzo sobre ellos.
El abrazo de tres duro unos segundos antes de que ella los mirará.

—Volvieron...— dijo en un ligero susurro.

—¿Giselle no te dijo que vendríamos?— le pregunto extrañado Hyunjin.

—No— Yeji frunció el ceño.

—No importa, estamos aquí — Félix llamo su atención sonriendo en grande.

—Somos libres de esto Ji, libres...























































¡Nos vemos en el último!

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