Capitulo 2 - La pulga.

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Con el alboroto recién disipado, Messi observó cómo el autobús se encendía a lo lejos. Con el corazón latiéndole a toda prisa, corrió hacia el sonido, su mente aún llena de incredulidad ante los eventos sobrenaturales que había presenciado. Sin embargo, antes de que pudiera alcanzar el autobús, su atención fue capturada por una escena aún más aterradora: desde el interior del edificio, un joven mutaba en un monstruo musculoso. Messi se estremeció ante la visión, murmurando para sí mismo: "No me quiero meter en ese despelote, che".

En un abrir y cerrar de ojos, estaba dentro del autobús, observando a los estudiantes y profesores luchando por entrar. "¡Che wachos, no me dejen afuera!", gritó, logrando abrirse paso y subir a tiempo antes de que el vehículo arrancara.

Dentro del autobús, Messi se encontró rodeado de caras desconocidas, con la mayoría de ellas hablando en un idioma que no entendía. "Qué quilombo... ni idea de qué están hablando", se dijo a sí mismo, buscando desesperadamente alguna pista sobre lo que estaba sucediendo.

Notó que una chica de cabello rosado se levantaba de su asiento y se acercaba a él. "Hola, ¿estás bien? Pareces confundido", le dijo la chica en un español fluido.

Messi, sorprendido de encontrar a alguien que hablara su idioma, respondió con alivio: "Sí, esto es una locura total. No tengo ni idea de que paso, todo fue muy rápido. Soy Messi, por cierto".

Mientras Messi hablaba con la chica, notó cómo los demás pasajeros observaban la interacción con curiosidad. La joven lo presentó a los demás ocupantes del autobús: Komuro Takashi, Rei Miyamoto, Kohta Hirano y Saeko Busujima. Aunque Messi no entendía del todo la situación, pudo percibir una atmósfera de cooperación y solidaridad entre ellos.

Mientras tanto, un profesor con una mirada oscura y retorcida observaba la escena desde un rincón del autobús. "¿Y ustedes tienen un líder?", preguntó con una sonrisa siniestra, dirigiéndose a Saeko Busujima.

"Acá no hay líderes, nos ayudamos mutuamente", respondió Saeko con determinación, hacia el profesor.

Messi asintió en apoyo, mirando al profesor con desconfianza. "Ese tipo me trae malas vibras, che. Mejor estar atentos con él", pensó, consciente de que la situación apenas estaba comenzando.

A medida que la tarde se desvanecía en la noche, el autobús pasó cerca de una tienda sin detenerse, lo que dejó a Messi contemplando el paisaje en constante cambio a través de la ventana del vehículo

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A medida que la tarde se desvanecía en la noche, el autobús pasó cerca de una tienda sin detenerse, lo que dejó a Messi contemplando el paisaje en constante cambio a través de la ventana del vehículo. Se encontraba en una conversación profunda con Takashi, quien le entregó un mapa de la zona. "Mirá Messi, esto podría ayudarnos a encontrar un lugar seguro. No podemos quedarnos en el autobús para siempre", explicó Takashi, señalando los marcadores en el mapa.

Antes de que Messi pudiera responder, un estudiante se levantó de repente y confrontó a Takashi. "¿Por qué deberíamos seguir tus órdenes? No somos tus títeres", reclamó el estudiante, con la mirada llena de desafío.

El autobús se detuvo bruscamente, y Shizuka Marikawa gritó exasperada desde el asiento del conductor: "¡No puedo manejar con tanto ruido y desorden, por favor, manténganse tranquilos!".

El estudiante continuó su arremetida contra Takashi, expresando su aversión hacia él. Messi, con una mirada de desaprobación, interrumpió en defensa de Takashi: "Che, bajá un cambio, no es momento de hacerse el loco. Necesitamos mantener la cabeza fría para salir de este lío".

El estudiante, en un arrebato de ira, intentó golpear a Takashi, pero antes de que pudiera hacerlo, Rei lanzó una patada que lo hizo retroceder.

Mientras tanto, el profesor se burlaba desde su asiento, afirmando ser el líder. "¡Si me siguen, estarán a salvo! ¡Yo les mostraré el camino!", vociferó con desdén, intentando ganar a la multitud a su lado.

Rei, visiblemente molesta, salió del autobús y declaró con determinación: "No puedo estar con ustedes si él es el líder".

Takashi se apresuró a seguirla, dejando a Messi en la puerta del autobús, tratando de mediar en medio del caos. Sin embargo, antes de que pudiera hacer algo más, otro autobús chocó violentamente contra un automóvil cercano, creando una explosión que lanzó a Messi, Takashi y Rei en diferentes direcciones. Messi se estrelló contra los vidrios de una tienda de deportes, rompiéndolos en el proceso. 

"¡La concha de la lora, qué dolor!", gritó Messi, saliendo de entre los escombros y frotándose la cabeza adolorida. Al ver una pelota de fútbol la cual estaba cerca de él, no dudó en tomarla, sintiendo un ligero consuelo en medio del caos circundante.

Al salir de la tienda destrozada, Messi vio una columna de fuego ardiendo en la distancia. Saeko saltó del autobús y se acercó a los tres. "Nos reuniremos en la estación de policía del este a las 7 pm. Deberían venir también", les dijo con seriedad.

"Qué quilombo... No puedo creer que tenga que ir a pie ahora", se quejó Messi para sí mismo, comenzando su camino hacia la estación de policía, con la pelota de fútbol bajo el brazo.

 No puedo creer que tenga que ir a pie ahora", se quejó Messi para sí mismo, comenzando su camino hacia la estación de policía, con la pelota de fútbol bajo el brazo

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Messi en High School of the Dead (Hecho con Chatgpt)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora