Capitulo 4 - Reuniones y futbol.

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Mientras Messi se apresuraba hacia el puente, el sonido de disparos resonó a lo lejos, despertando su preocupación. A medida que se acercaba, la escena que se desplegaba ante él le dio un respiro de alivio. Saeko Busujima, Saya Takagi, Rei Miyamoto, Shizuka Marikawa, Komuro Takashi y Kohta Hirano se enfrentaban valientemente a las hordas de zombies en la mitad del puente, luchando con una determinación feroz que reflejaba su instinto de supervivencia.

Con una sonrisa en su rostro, Messi no dudó en unirse a la refriega. Con poderosos balonazos y movimientos ágiles, barrió a través de las filas de los no-muertos, derribándolos como si fueran meras obstrucciones en un campo de fútbol. Los otros supervivientes también se dieron cuenta de su llegada, y pronto se unieron en un baile coordinado de destrucción, sus esfuerzos combinados generando un frenesí letal que llenaba el puente con un caos controlado.

"¡Che, qué bueno verlos a todos! ¡Estaba pensando que me iba a quedar solo en esta ciudad!", gritó Messi, esquivando hábilmente a un par de zombies que se abalanzaban hacia él.

Saeko, con una sonrisa ligera, respondió: "Bienvenido a la fiesta, Messi. Parece que no eres ajeno a este tipo de lucha".

Saya, concentrada en su objetivo, agregó: "Tuvimos un buen ejercicio de práctica. ¡Pero aún hay más de estos tipos en camino!"

"¿Quién iba a pensar que íbamos a terminar así?", murmuró Kohta, disparando certeramente a un grupo de zombies que se aproximaba.

Mientras la batalla continuaba, los sobrevivientes intercambiaban consejos y estrategias, moviéndose con coordinación y confianza en medio del caos. Sus palabras se entrelazaban con el sonido de los disparos y los golpes, creando una sinfonía peculiar en medio del desastre que los rodeaba.

Después de una intensa lucha, Messi y el grupo finalmente lograron limpiar la zona debajo del puente, encontrando un breve refugio en la relativa calma del momento

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Después de una intensa lucha, Messi y el grupo finalmente lograron limpiar la zona debajo del puente, encontrando un breve refugio en la relativa calma del momento. Se sentaron juntos en el suelo, respirando con pesadez pero con una sensación de alivio por estar aún a salvo.

"Che, nunca en mi vida pensé que iba a estar peleando contra zombies. ¿Alguien tiene un plan?", preguntó Messi, mirando al grupo con una mezcla de asombro y determinación en sus ojos.

Saeko, con una sonrisa tranquila, respondió: "No te preocupes, Messi. Seguro que encontraremos una salida de este lío. Lo principal es mantenernos juntos y no perder la cabeza".

Saya asintió en acuerdo, agregando: "Estoy de acuerdo con Saeko. Necesitamos encontrar un lugar seguro para establecernos y planificar nuestros próximos movimientos".

En medio de la conversación, la doctora Shizuka Marikawa intervino con una sugerencia inesperada: "Chicos, recuerdo que hay una casa cerca de aquí que podría servirnos de refugio. Pero tendría que ir allí con la moto para inspeccionarla adecuadamente".

Los demás intercambiaron miradas, considerando la propuesta de la doctora. Messi, con una sonrisa, rompió el silencio: "Bueno, si la doctora necesita compañía en esa moto, yo me apunto. No sería la primera vez que hago un paseo arriesgado, ¿no?".

La doctora, sorprendida por la oferta, sonrió y asintió. "Entonces, ¡vamos a prepararnos para el viaje! Cuantos más seamos, mejor será".

El grupo asintió con determinación, listo para enfrentar los peligros que les esperaban mientras se preparaban para la siguiente etapa de su odisea en el mundo desgarrado por los muertos vivientes.

El grupo asintió con determinación, listo para enfrentar los peligros que les esperaban mientras se preparaban para la siguiente etapa de su odisea en el mundo desgarrado por los muertos vivientes

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Con Messi al timón de la moto y Shizuka agarrada con firmeza detrás de él, comenzaron su viaje por las calles desoladas. Messi se ajustó el casco y se abrazó a la emoción del paseo, acelerando la moto con destreza mientras esquivaban obstáculos y se deslizaban por las estrechas vías.

"¡Vamos, che, agárrate fuerte!", exclamó Messi, sintiendo la emoción del viento en su rostro. "No te preocupes, Messi, confío en tu manejo. ¡Pero no te pases de listo!" respondió Shizuka, aferrándose a él con una sonrisa nerviosa.

Mientras el viento aullaba a su alrededor, Messi notó un sentimiento incómodo, como si alguien los observara en la oscuridad. Redujo la velocidad y miró a su alrededor, alertando a la doctora para que estuviera atenta.

"¡Espera, algo no está bien aquí! Estate atenta, doc", advirtió Messi, sintiendo una presencia acechante en las sombras.

Rápidamente, agarró su fiel pelota y la colocó frente a él. Con un movimiento fluido, lanzó un balonazo al vacío, como un acto instintivo de defensa. De repente, un zombie distorsionado y extrañamente glitcheado surgió de la oscuridad, volando hacia una pared cercana y colapsando una sección de esta.

"¡Viste, te lo dije!", exclamó Messi, aliviado de haber tomado precauciones. "Estos tipos no pueden resistir un buen pelotazo".

Shizuka, impresionada por la rápida reacción de Messi, asintió con aprobación. "¡Increíble! Parece que tu pelota es más útil de lo que parece. Mantengámonos alerta, nunca se sabe qué más puede estar acechando en la oscuridad". Con renovada cautela, continuaron su viaje, anticipando los desafíos que les esperaban en el horizonte oscuro y en constante cambio.

Mientras la moto atravesaba las desoladas calles, Messi no podía quitarse de la cabeza la imagen de ese extraño zombie distorsionado. "¿Qué demonios era eso?", se preguntó en silencio, su ceño fruncido en concentración mientras seguía conduciendo. "Esto no se parece a nada que haya enfrentado antes".

El viento frío soplaba a su alrededor, llevando consigo un silencio inquietante que se extendía por toda la ciudad abandonada. A medida que avanzaban, Messi no dejaba de examinar cada rincón, atento a cualquier señal de peligro potencial que pudiera surgir en su camino.

"Algo grande y extraño está pasando aquí", reflexionó Messi, sopesando las posibilidades en su mente. "Estos tipos no se comportan como los zombies normales. ¿Podría ser que algo más esté detrás de todo esto?"

La sombra de la incertidumbre se cernía sobre él, pero Messi se aferraba a la determinación de proteger a aquellos que había encontrado en su camino. "Tengo que mantenerme alerta y asegurarme de que todos estén a salvo", se recordó a sí mismo, apretando el manillar con firmeza mientras se preparaba para enfrentar los desafíos desconocidos que aún aguardaban en el horizonte.

Messi en High School of the Dead (Hecho con Chatgpt)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora