⤷ 13 ϟ

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El azabache llevó a Mictia a la ventana que estaba en medio del pasadiso, saltó por esta hacía las escaleras de emergencia a la vez que era seguido por el castaño.

Se escucho como la puerta era derribada por la gran multitud de caminantes.

Bajarón por las escaleras hasta el ultimo escalón llegando a las escaleras desplegables. Aquino pateo a estas logrando que se desplegaran.

El castaño bajo primero y extendió los brazos para recibir a la menor. Duxo bajo después mientras que un caminante caía a su lado.

La cabeza de este había reventado por el fuerte impacto que tuvo contra el pavimento.

El azabache ignoro esto y volvió a cargar a la pequeña para que el castaño tenga las manos libres, puesto a que él tenia su bate.

Corrieron al centro del refugio encontrando todo en caos. Los sobrevivientes eran perseguidos por esas cosas y los militares intentaban controlar la situación.

Los gritos resonabán pordoquier provocando que la pequeña se aferrara al pecho del mayor.

Duxo le tapó los oidos con sus manos y siguio corriendo junto con Aquino hacía la salida del refugio.

Pasaron por varios edificios en llamas y cadaveres por el suelo. Estando cerca de la salida un grupo caminantes los intercepto provocando que se desvien.

Corrían, intentando perder a los zombies. Llegaron hasta la antigua cafeteria del refugio donde se vieron acorralados por los zombies.

Aquino se pusó frente al azabache y su hermana, protegiendolos con el bate. Mató a unos cuantos, pero venían cada vez más.

Siguio golpeando las cabezas de los caminantes hasta que algunos disparos se escucharon y balas atravesaban la cabeza de los zombies.

Los caminantes callerón inmoviles al suelo, para poder visualizar a un militar armado.

—Señor, me encontre a tres sobrevivientes en el Sector B2. ¿Qué hago con ellos, los llevo a la base? — esperó respuesta.

No... — se escucho una voz algo grave del otro lado — Matalos, están infectados.. —

Sudaron frió.

—Pero.. Señor, hay una niña con ellos — habló de nuevo el militar.

Matala, Puede estar infectada. Cambio y fuera.

Se escuchó estatica, los dos jovenes veían con miedo al militar mientras que este veía a su intercomunicador.

El soldado sin decir nada levanto su arma y le apuntó en la cabeza a la menor. Jaló el gatillo a la vez que el azabache giraba para usar su cuerpo como escudo, recibiendo el impacto de la bala en su hombro.

Calló de rodillas aún protegiendo a Mictia, otro disparó se escucho.

Asustado, miró a Aquino, encontrando bien. Miró donde antes estaba el soldado, hallandolo en el suelo.

El azabache empezó a ver borroso y calló por completo al suelo soltando a la menor.

—¿Mamá? ¿Qué sucede? — habló Mictia mientras que tocaba el aire intentando encontrar al azabache.

—¡DUXO! — gritó preocupado el castaño quien se acercó al contrario.

Este miró a Aquino mientras sentía que sus parpados pesaban.

No escuchaba nada.

Sentía un gran dolor.

Dos sombras atrás de el de cubrebocas fue lo ultimo que vio antes de desmayarse.




[🕒]



Abrió poco a poco los ojos, sintiendo un fuerte ardor en su hombro.

Soltó un quejido y miro donde le dolia, notando que estaba vendado.

"¿Qué me ha pasado?"

Se incorporo tambaleandose un poco, miro a su alrededor confundido.

"¿Donde estoy?" Pensó a la vez que se levantaba de lo que parecía ser una camilla.

Camino hacía la puerta y giró la perilla, abriendola.

La luz de la habitación le molesto y se acostumbro a los pocos segundos.

Estaba en lo que parecía casa, entro a la sala viendo las montaña de latas de comida de una esquina, una mesa de madera que tenía encima un mapa y a una pequeña niña dormida de un sofá.

Era Mictia, esta llevaba puesta otra ropa desde la anterior vez, tenía puesto una diadema de gato, un vestido lila con un gran listón rosado, unas medias de color lila claro y unos zapatos negros.

Se acercó a esta y le acarició la cabeza, logrando despertarla.

La pequeña lo miró por breves segundos antes de lanzarse a abrazarlo.

—¡Mamá! — gritó feliz mientras pequeñas lagrimas salían de sus ojos.

—Mictia yo no soy tu mamá — acepto el abrazo.

El sonido de la puerta abriendose hizo que levantara la mirada encontrandose con tres castaños, uno con una camisa blanca con unas revistas pegadas con cinta en los brazos y unos pantalones camuflado. Otro con una bandana amarilla, una chaqueta azul con pequeños pelos blancos en los hombros, una camiseta negra manchada con un fluido marrón, pantalones negros y revistas pegadas con cintas en los brazos. Y por ultimo el castaño que el conocía, Aquino.

Este ultimo cruzó miradas con él y sin decir nada lo estrecho entre sus brazos.

—Gracias a Dios.... despertaste.. — dejó de abrazarlo para tocarle la cara.

—Sí, desperte — alejo las manos ajenas de su rostro y miro atrás del castaño — ¿Quienes son ellos? —

El de cubrebocas miró a su hermana, esta entendio y se fue a su habitación. Miro a sus compañeros para después volver a mirar al azabache.

—Ellos son Estailus — señalo al que tenía pantalones camuflados — Y Soarinng — señalo al de bandana amarilla — Ellos nos salvaron. Te salvaron — lo agarró de las manos.

—¿Qué? — hablo confundido.

—Cuando te dispararon. Estailus fue el que mató a ese militar. Él junto a Soarinng nos trajeron aquí para tratar tu herida. Soarinng te curo mientras tu estabas desmayado — explicó.

El azabache miró a los demás.

—¿Cuantó tiempo me desmaye? —

Estailus levanto tres dedos con una mano.

— Tres semanas y dos días — habló el de bandana por Estailus.

Este ultimo asintio.

"¿Tanto tiempo me quede dormido?... ¿Qué sucedio mientras lo estaba?.. "







{🐀}

Bu 👻

↳ Ruinas ϟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora