Capítulo 24

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Después de esa noche dieron inicio a sus días especiales. Khun, Bam y Hatz habían estado disfrutando de salidas juntos como lo habían planeado, llenos de citas románticas y momentos inolvidables.

El primer día lo pasaron en el lago, navegando en un pequeño bote. Las risas resonaban mientras se salpicaban con agua y compartían historias bajo el sol brillante. Hatz incluso les había preparado un picnic con sándwiches y frutas frescas, que disfrutaron en la orilla del lago.

Al caer la tarde, decidieron dirigirse a un romántico restaurante con vista al lago. Las velas iluminaban su mesa mientras compartían platos exquisitos y brindaban por su cariño y momentos juntos.

La segunda cita romántica los llevó a un lugar donde podían observar el atardecer en lo alto de una colina. Mientras el sol se ocultaba en el horizonte, Bam, Khun y Hatz se abrazaron y disfrutaron de la vista. Las sombras se alargaron mientras el cielo se llenaba de tonos dorados, naranjas y rosados.

La última cita romántica los llevó a una cafetería acogedora. Se sentaron cerca de la ventana, disfrutando de tazas de café caliente y compartiendo sus sueños y esperanzas para el futuro.

El ambiente vivido en aquellos días eran de cuentos de hadas, era tanta la felicidad y cálidez que incluso habían olvidado la razón del porqué planearon todo eso.

Justo ahora, Bam y Khun estaban nadando en el lago mientras Hatz los miraba, sentado en el pasto. Lo que su mente había estado evitando, finalmente tenía que afrontarlo, afrontar el hecho de que era el último día de la semana y por ende, tenía que hablar con Khun, cosa que temía demasiado.

No quiera ver sus sonrisas apagadas al recibir la noticia, sabía que era una decisión que dolería a ambas partes. Por más que intentaba encontrar las palabras correctas, no podía, simplemente no pensaba de que manera decirle sin que resulte doloroso.

Dentro de su mente ya sabía muy bien que Khun no lo tomaría para nada bien, probablemente se molestaría, se resentirá entre otro tipo de emociones menos la aceptación, lo cual entendía muy bien. Su cabeza hasta dolía de tanto pensar, le daba mil vueltas al asunto y después de mucho tiempo pensándolo, era momento de afrontarlo.

Tan pronto vio a los dos salir del agua y acercarse a él, sus nervios tomaron control de su cuerpo mientras sonreía para ocultar aquel temor.

–El agua estaba muy helada a pesar del clima cálido– comentó Bam, sentándose a su lado

–Definitivamente es relajante, deberías probarlo Hatz– agregó Khun, secando su cabello

–Estoy bien así– respondió sin mirarlo

Khun notó la seriedad en su respuesta, intercambiaron miradas confundidas con Bam y luego de algunos segundos se animó a preguntar.

–¿Sucede algo? Hace algunos días te noté de la misma manera, te pregunté pero no me dijiste nada.

Esas palabras lo llenaron de nervios, Bam, quién también sabía lo que ocurría, simplemente desvió la mirada, esperando la respuesta del contrario.

Hatz llenó sus pulmones de aire y tragó duro. Había llegado el momento de sincerarse.

–Khun– llamó su nombre, aún sin mirarlo– Solo quiero que sepas que este tiempo a tu lado he sido muy feliz, que estas en mi corazón y sin duda alguna te amo.

Para el joven de cabello azul era confuso escuchar eso, sin embargo le dio mala espina y lo miró con preocupación, dispuesto a seguir escuchando.

–Pero he estado pensando mucho últimamente sobre lo que quiero lograr por mi mismo, siento que necesito tomar un camino diferente, explorar nuevas oportunidades y metas personales. Esto no tiene nada que ver con dejar de amarte, yo he sido muy feliz al lado de ustedes y aunque son una parte importante de mi vida, quiero seguir por mi cuenta..

Tan pronto terminó de hablar, el silencio se hizo presente, ninguno emitió una sola palabra.

Con algo de nerviosismo, Hatz levantó la mirada y se encontró con los ojos de Khun; su expresión reflejaba decepción, tristeza y confusión, es como si apenas estuviese asimilando sus palabras.

–¿A qué quieres llegar con esto?

–Solo quiero que entiendas que esto no tiene nada que ver con el amor que siento, pero necesito seguir un camino diferente, uno en el que pueda crecer por mi mismo, esta no fue una decisión que tomé a la ligera, créeme que no fue nada fácil.

De nuevo, cada uno se quedó en silencio, Bam simplemente permanecía fuera de la conversación, escuchando cada palabra, que de alguna manera también resultaba hiriente para él.

Khun frunció el ceño y desvió la mirada, eso era más que suficiente para saber su desaprobación. Hatz suspiró y tomó su mano en un intento de hacerle entender, pero se soltó de inmediato.

–¿Qué es lo que te detiene para cumplir esas metas a nuestro lado? ¿Qué hay de todas las promesas que hicimos?– preguntó con enojo

–Solo quiero que entiendas que...

–Por supuesto que no entiendo– interrumpió– Como es que atravesamos tanto juntos, esperamos tantos años para ser felices y ahora dices que te vas ¿Qué lógica tiene eso, Hatz? Me miraste a los ojos y me dijiste que no volverías a irte..

–No quiero que veas esto como un adiós, simplemente es algo temporal, incluso en la distancia seguirás en mi corazón, digo la verdad cuando digo que soy feliz al lado de ustedes pero quiero conseguir mis metas– dijo con tristeza– Esto es lo más difícil que he hecho en mi vida.

Khun sintió un nudo formarse en su estómago, no podía aceptar esa justificación después de tantos años que esperaron para verse de nuevo, después de haber hecho tantas promesas y pasar momentos inolvidables.

Fue hasta ese momento en el que se dio cuenta de la razón de aquellas salidas juntos, esos habían sido sus últimos días juntos.

Miró por última vez a Hatz, esta vez con ojos llenos de tristeza y frustración.

–Si tus planes siempre fueron tus propias metas, no hubieses aceptado estar conmigo.

–Las cosas no sucedieron así, solo déjame explicarte y darte las razones.

Antes de que Hatz pudiese completar la frase, Khun se puso de pie y se marchó sin decir nada más. Bam lo miró y suspiró, dándole a entender que no lo siguiera.

–Sabía que iba a molestarse– comentó con tristeza– Está en todo su derecho.

–No está molesto, Hatz– lo miró– En realidad esta triste, ya sabes que es una persona que no le gusta mostrarse vulnerable ante nada y su forma para lidiar con ello es el enojo, es evidente que ha sido doloroso para él.

–Lo lamento– agachó la mirada– También te debo una disculpa a ti, en realidad no lo hago porque no sienta cariño por ustedes.

Bam se acercó y pasó su brazo por encima de sus hombros, aunque era algo triste, también entendía a Hatz, no era algo fácil para ninguno de los tres.

–Quizás yo te entiendo fácilmente porque mis sentimientos son muy diferentes a los que Khun siente por ti, no soy nadie para detenerte pero piénsalo bien– hizo una pausa– Piensa en dónde está tu felicidad y si vale la pena eso que persigues– le dio unas palmadas en la espaldas para luego ponerse de pie– Volveré adentro para hacer algo de cenar.

Una vez se quedó solo, continuó inmerso en sus pensamientos, justo ahora estaba en una lucha consigo mismo. Las palabras de Khun dolieron mucho más de lo que llegó a pensar y tuvo razón en todo lo que dijo.

Agachó la mirada y abrazó sus piernas, sintiendo una mezcla de tristeza y confusión en su corazón. A este punto no sabía que hacer, no quería vivir de arrepentimientos pero tampoco quería ser infeliz estando solo de nuevo.



























Hola hola, me alegro de haber podido actualizar a tiempo.

Voy admitir que me dolió un poquito escribir este capítulo unu creo que ya lo mencioné antes pero la historia está llegando a su fin.

Cualquier duda o pregunta se las aclaro con gusto. Nos vemos en el siguiente capítulo, alisten los pañuelos :"D

Guilty Heart || BamKhunHatzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora