Like Daylight [Fooligetta]

Día 10: Amor de mi vida.

Vegetta: 

Sabes bien que nunca he sido bueno con las palabras, al menos no diciéndotelas a la cara. Sabes que se me dificulta hablar cuando estás tú, que mi mente pierde la capacidad de funcionar cuando me tocas, que se me corta la respiración cuando dices que me amas y las palabras terminan quedándose atascadas en mi garganta. 

Sé que no dudas de que lo haga aunque se me dificulte decirlo. Aún así, quería hacer un esfuerzo porque lo supieras, y ¿qué mejor manera que de mi puño y letra? 

He vivido muchas vidas. Es algo que también sabes. Lo que creo que tal vez no haces muy consciente, es que esta es la vida en la que más feliz he sido. En esta vida me siento vivo, mi corazón late por algo más que por simple supervivencia, sonrío sin motivo aparente para los demás, aunque sé que siempre es por ti. 

Nunca había entendido el término "amor de mi vida", hasta que te conocí. Hasta que comenzabas a hacer mis días más ligeros cuando te veía sonreír, cuando coincidíamos en algún punto de la isla, cuando comenzaste a dejar regalos en mi puerta y comenzabas a robarme el aliento… Hasta que comenzamos a formar una familia, y es que, hasta a esa palabra le has dado sentido con sólo abrazarme por las noches y estar a mi lado cuando leemos cuentos para Leo antes de arroparla y darle besos en la frente. 

Sólo hay algo de ese término que no me termina de convencer, que se siente falso y que me hace no querer decírtelo en voz alta. 

No eres el amor de mi vida, Vegetta. Eres el amor de mis vidas, de todas las pasadas, de la que tengo ahora, y estoy seguro de que lo seguirás siendo en todas las que vienen. A veces dudo de querer una vida en la que tú no estés presente. Dudo que estar sin ti sea vida. 

Aunque eso, para mí, podría pesar más que una confesión típica de amor, sé que para ti significaría mucho que lo dijera. Así que, intentaré hacerlo con regularidad, porque es lo que mereces. 

Te amo, Vegetta. 

No quiero que la primera vez que esas palabras lleguen a ti sean por medio del papel. Aunque hay algo sumamente bello en inmortalizarlas de esa manera, no me parece correcto.

Firmo aquí mi promesa de decírtelo al mismo tiempo que te entregue la carta, aunque después me eche a correr y me esconda debajo de las sábanas hasta que termines de leerme. Y, ojalá, vayas a acurrucarte conmigo después y nos quedemos dormidos juntos, y que así siga siendo por el resto de nuestras vidas. 

Tuyo, en todas mis vidas,

Foolish.