𝕮𝖍𝖆𝖕𝖙𝖊𝖗 ⁰⁰ ✵ 𝖀𝖓 𝖒𝖎𝖑𝖆𝖌𝖗𝖔

2.3K 143 2
                                    

▔ ▔ ▔ ▔ ▔ ▔ ▔ ▔ ▔ ▔ ▔ ▔ ▔ ▔ ▔ ▔ ▔ ▔ ▔

𝐉𝐀𝐈𝐃𝐄𝐑 𝐃𝐄 𝐒𝐄𝐂𝐑𝐀𝐌𝐈𝐒𝐄 𝐃𝐀𝐁𝐀 𝐏𝐀𝐒𝐎𝐒 𝐋𝐀𝐑𝐆𝐎𝐒, por los enormes pasillos en un intento por llegar lo antes posible, a su despacho, mientras que detrás de él, iba su asistente un tanto agitado y nervioso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝐉𝐀𝐈𝐃𝐄𝐑 𝐃𝐄 𝐒𝐄𝐂𝐑𝐀𝐌𝐈𝐒𝐄 𝐃𝐀𝐁𝐀 𝐏𝐀𝐒𝐎𝐒 𝐋𝐀𝐑𝐆𝐎𝐒, por los enormes pasillos en un intento por llegar lo antes posible, a su despacho, mientras que detrás de él, iba su asistente un tanto agitado y nervioso. Había sido quien lo busco, antes de que se reuniera con los nobles en la sala del trono, para recibir sus felicitaciones por ganar la guerra, pero el asunto en su despacho era más importante que eso.

Detuvo su andar, al estar frente a las puertas de su oficina, podía escuchar tenuemente alguna voces del otro lado. Se quedó ahí parado, calmando su respiración y acomodando sus ropas, como peinado; no quería dar una mala imagen y menos frente a ella.

―¿Su majestad?. ―su asistente espero su permiso, para proceder.

―Ya puede abrir y no dejes que nadie nos interrumpa, ni siquiera la emperatriz.

―Sí, su majestad. ―hizo una corta reverencia, antes de abrir las puertas.

Todos voltearon a ver, cuando escucharon el anuncio de su entrada, al estar en presencia de su gobernante, se levantaron de sus asientos para saludarlo.

―Su majestad, el sol radiante del gran imperio de Arbezela. ―frente a él se inclinaron tres personas, pero quién tomo la palabra fue el mayor de ellos. ―Yo, Icarus Nacht, líder de la familia Nacht, lo saludo su majestad. También quiero felicitarlo, por su victoria contra el ejército de las Islas Orian.

―Nos alegra ver que a vuelto a salvó majestad, rezamos a Astotelia por su victoria y bienestar. ―dijo la primera estrella, antes de lanzar una mirada a las mujeres, que aún mantenían sus cabezas gachas. ―Sentimos tener que retenerlo en este gran momento, pero hay un tema que no podíamos posponer.

―Soy consiente de eso, por lo que no es necesario una disculpa. ―a pesar de estar dirigiéndose a la primera estrella, sus ojos estaban sobre ambas féminas. ―Por favor, levántense.

―Gracias su majestad. ―una suave voz, salió de una de ella y quien fue la primera en mirarlo a los ojos. ―Yo, Nadine Nacht, lo felicito por su victoria y agradezco su presencia, en este importante asunto.

Ella sigue siendo igual de hermosa. ―fue lo primero que pensó, al tener esos ojos rosados que tanto amaba, sobre él. ―Mariposa.

La llamo por es viejo apodo, que él le había dado pero al y dar un paso al frente, otra voz pero más joven, hizo que se detuviera. ―Gracias por honrarnos con su presencia su majestad, además de lograr su gran victoria, estoy seguro que el Dios Astotelia estará contento por su triunfo.

Se detuvo para admirarla con más atención, solo podía ver parcialmente su rostro por el velo que la cubría, pero era capaz de ver sus mechones castaños y su blanca piel. Por un segundo, recordó vagamente la figura de Nadine en su juventud, reflejada en esa joven.

ᴅᴏɴ'ᴛ ʙʟᴀᴍᴇ ᴍᴇ ✵ ʟᴀs ᴊᴏʏᴀs ᴅᴇ ʟᴀ ᴘʀɪɴᴄᴇsᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora