Un buen final.

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El tiempo se puede sentir pasa volando a veces, cuando menos te das cuanta ya han pasado los minutos, las horas, los días, los meses y momentos importantes que llegaste a pensar tardarían tiempo ya los estás viviendo, momentos que aún no terminas procesar estén pasando.

Pues bien, ésto es lo que sienten en este momento nuestra familia de protagonistas, para ellos parecía haber sido ayer se enteraron tendrían un nuevo integrante en su familia y ahora, tanto padre como hijos e hijas se encontraban esperando a su madre que hace unas cuantas horas se había puesto en labor de parto.

Ya habían pasado los 9 meses, los chicos se estaban por ir a la escuela cuando su madre empezó a tener contracciones así que la llevaron al hospital y se encontraban esperando noticias de sus familiares, ya después explicarían a la escuela porque faltaron ese día.

Todos sentían nervios de lo que podría suceder, pues es bien sabido que Yua pese no ser tan mayor tampoco es tan joven y también por otro lado sería un parto natural, ambas partes eran de cierta forma alarmas de peligro para llegar a pensar podría suceder algo con la mujer, pero en estos momentos se tiene que ser positivos.

Las chicas se veían más tranquilas que los hombres, los chicos solo hacían gestos de nervios como subir y bajar una de las piernas, típicos "tic" nerviosos, pero a quien más se le notaba los nervios era a Splinter, caminaba de un lado a otro con una mano cubriendo su boca con la vista al suelo, ya habían intentando se sentará pero simplemente no se pudo, sus nervios no se lo permitían.

En eso de la sala donde estaban atendiendo a Yua salió el encargado del parto que se acercó a la familia quienes no esperaron y se levantaron o Splinter se acercó a él.

El hombre se quitó el cubre bocas y con una sonrisa les dijo- el parto salió bien, felicidades -con esto la familia pudo soltar el aire con alivio de que todo saliera bien.

Podemos pasar a verlos? -preguntó Azumi esperando una afirmación.

En este momento solo podrá pasar el padre, pero en unos minutos podrán pasar ustedes, para que su madre recuperé las fuerzas -dijo el doctor acompañado de un guiño, como queriendo decir que Yua necesita aire y por eso no puede haber tantos presentes, la mirada del doctor fue a Splinter- en el cuarto de al lado a su derecha se encuentra su esposa, felicidades -y empezó a caminar hacia otro lado.

Muy bien -dijo Splinter y miró a los jóvenes- esperen aquí, no tardaré -sin más se dirigió al cuarto que le indicaron y entro a está.

Una vez su padre entro a la sala, los jóvenes volvieron a sentarse pero soltando un gran suspiro de alivio, ya podían estar más relajados sabiendo todo estuvo bien.

Después de unos momentos salió una enfermera y les indico que ya podían pasar, al apenas abrir la puerta vieron el algo espacioso cuarto de hospital, en medio de está junto a la pared, en la cama, se encontraba su madre cargando un bulto y a su derecha Splinter.

Se acercaron a ellos y una vez estando a la izquierda de Yua sus padres les vieron, la misma dijo- mis bebés, conozcan a sus hermanos mayores -y les mostró a dos bebés, ambos envueltos en cobijas, en la de azul siendo un niño y en la rosa una niña.

La niña tenía cabello igual que su padre pero los ojos de su madre y el niño cabello como el de su madre pero ojos como los de su padre, ambos viendo a los jóvenes; el niño hizo una gran sonrisa extendiendo sus manitas hacia ellos y mientras la pequeña también sonreía con los ojos cerrados, formando sus manos en pequeños puños que acercó a su pecho.

Hijos míos, les presentó a sus nuevos hermanitos -volvió a decir Yua, pero ahora viendo a los bebés- Isamu Hamato y Tang Shen Sakusei, los nuevos miembros de la familia

Una Vida, Mi Gran Felicidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora