Capítulo 23

3.8K 445 26
                                    

El resto del día todo fue tranquilo, todos pudieron pasar a ver a Jimin y compartir con él. Jungkook se encargó de mimarlo y consentirlo  en todo, le daba de comer, y aunque el rubio se sentía incómodo, también lo ayudó a asearse un poco.

La tensión subió cuando Jimin preguntó por Taehyung, le dijeron que como él estaba en el hospital, su amigo tenía que trabajar, pero que a cada momento llamaba. Le dijeron que vendría al día siguiente y que no se preocupara. Aunque todo era una mentira, lograron convencerlo. Me

El verdadero reto comenzó cuando todos estuvieron que irse, y no le permitieron a Jungkook quedarse con Jimin. Por mucho que insistió, le dijeron que el chico aún estaba en constante observación y que podría venir por la mañana, y pasar el día juntos.

Jungkook le dio un pequeño beso antes de irse prometiendole que estaría desde muy temprano en el hospital.

—Hola, Jimin — El doctor entró lentamente a la habitación.

—Doctor Park, adelante — Le sonrió.

—Sólo dime Jin —Se sentó en una silla cerca de la cama de Jimin.

—Esta bien — Aceptó amablemente.

—Jimin, ¿Podemos hablar un poco? — Preguntó el doctor.

—Claro Doc... digo, Jin —Soltó una risita.

—No te preocupes, ya te acostumbraras — Le sonrió, batiendo su mano en el aire restándole importancia — Se que es un tema delicado, pero me gustaría hablar contigo sobre tu decisión —Su voz salió con una pizca de tristeza.

— Se que es algo loco, pero no voy a perder a mi hijo, Jin — Suspiró triste — Cuando perdí mi primer bebé sentí que no iba a poder tener más hijos, y menos con el hombre que amo. Jungkook y yo no estábamos juntos y eso me afectó mucho — Una lágrima cayó por su rostro — Ahora la vida me da una nueva oportunidad de poder ser padre y no voy a desaprovecharla, así no pueda volver a caminar.

—Jimin, podrás tener más hijos, la vida no se acabará, se que no es correcto de esta manera, pero podrás volver a caminar y disfrutar muchos momentos junto a tus futuros hijos y con ese chico que tanto te ama — Trató de convencerlo.

—Ya he tomado mi decisión, Doctor — Habló serio — Si tengo que renunciar a mis piernas por mi hijo, lo haré — Dijo decidido.

—Está bien, chico, respeto tu decisión — Se levantó cabizbajo — Si necesitas algo, sólo apreta ese boton — Señaló un pequeño botón rojo que estaba a un lado de la cama — Vendré enseguida.

Jimin sólo asintió y el doctor salió de la habitación directo a su oficina, necesitaba un café.

Al llegar a la oficina, se preparó un café instantáneo y siguió revisando los expedientes de Jimin, necesitaba ver si encontraba una solución. Una solución para que volviera a caminar y no perdiera su bebé, pero era extremadamente frustrante no poder encontrar absolutamente nada para ayudar a ese chico.

Pasó sus manos por su rostro, aveces su trabajo era tan difícil.

—Doctor, ¿está ocupado? — Preguntó una enfermera.

—Pasa, Rosie, ¿Necesitas algo? — Preguntó amablemente.

—Doctor, se ve cansado, y se muy bien que no ha comido nada en todo el día —Dijo la chica preocupada.

—No te preocupes, me tomé un café — sonrió mientras señalaba el vaso con café.

—Ese chico... Jimin, ¿Por qué lo está afectando tanto? — Rose había notado que el Doctor se mostraba más afectado por ese chico que por sus otros pacientes.

—No lo sé — Respondió simplemente — Sólo que desde que lo ví por primera vez sentí una gran conexión con él, se veía tan pequeño e indefenso. Es horrible que siendo tan joven haya quedado sin caminar por un accidente. — Habló con tristeza.

—El también es Park, ¿Cierto?.

—Rosie, muchas personas en Corea tienen el mismo apellido — sonrió con nostalgia.

—Pero usted atendió a muchas personas con ese mismo apellido, doctor, y con ninguna sintió esa conexión como dice —El doctor la miró directamente a los ojos— Usted a tenido estos casos miles de veces, con ninguno usted se atrevió a estar en el hospital a pesar de no estar en su turno — Suspiró — Usted ni siquiera sale del hospital por estar pendiente de como evoluciona Jimin.

—¿Piensas que tal vez? —Su voz tembló.

—Si, Doctor, tal vez ese chico sea su hermano al que tanto a estado buscando. — Expuso con suavidad.

El rostro de Seokjin se iluminó y sus ojos se cristalizaron de imediato, sintiendo una sensación de felicidad que no podría explicar.


Jimin miraba aquel cuarto de hospital mientras más lágrimas caían por sus ojos, golpeaba sus piernas en silencio con la esperanza de poder sentir algo, pero todos sus intentos fueron en vano, no podía sentir absolutamente nada. Lloraba de desesperación al saber que no podría volver a caminar, la vida lo odiaba ¿Cómo podría darle la oportunidad de tener un hijo, pero al mismo tiempo le desgraciaba la vida? ¿Por qué las cosas malas solo le pasaban a él? Ahora sería una carga para todos y no podría disfrutar de su hijo. No podría salir al parque a jugar, porque estaba condenado a una silla de ruedas para siempre.

Lloraba desconsoladamente agitándose en aquella cama y cada vez sus sollozos se convirtieron en gritos de frustración, mientras seguía golpeando sus piernas. Todo era una jodida pesadilla y él sólo quería despertar. Pensó que simplemente nacer había sido un error ¿Cómo iba a enfrentarse a la vida después de esto? Sólo podía ser fuerte por su hijo, pero era tan difícil.

De un momento a otro perdió el control y por poco cayó de la cama, si no fuera sido por los enfermeros que entraron rápidamente al haber escuchado sus gritos, lo sostuvieron y le inyectaron un calmante para hacerlo dormir.

—Jimin, debes ser fuerte — Dijo el doctor Seokjin, mientras acariciaba el cabello rubio del dicho.

—No puedo — Habló adormilado — Simplemente no puedo, doctor.

Una lágrima cayó por su mejilla y en ese momento el calmante hizo efecto, Jimin cerró sus ojitos, cayendo en un profundo sueño.

El Doctor lo miró con tristeza y sin siquiera saberlo, comenzó a llorar.


Taehyung abrió sus ojos lentamente sintiendo una gran punzada de dolor en su cabeza, poco a poco los recuerdos vinieron a su cabeza. Lo último que vió antes de cerrar sus ojos por completo, fue el rostro de Yoongi.

Quiso llevarse una mano al lugar donde sentía el dolor pero se dio cuenta que tenía sus manos y pies atados. Gimió de dolor al mover sus manos pero estaban atadas tan fuertes que dolía.

Examinó lentamente el lugar donde estaba. Era un cuarto pequeño, oscuro y con aspecto tenebroso, sólo estaba él sentado en una silla en el medio de aquel lugar.

El miedo lo estaba matando, no sabía quién estaba detrás de todo eso, ni siquiera pudo ver a su amigo. Todo pasó demasiado rápido. Él no tenía problemas con nadie, trataba de llevarse bien con todos.

De pronto, Taehyung escuchó el ruido de la puerta abrirse y sus ojos se abrieron tanto que casi podrían salirse de sus órbitas. Después del inconveniente del otro día, pensó que jamás volvería a verlo, era la última persona en el mundo que quería ver.

El hombre entró con una sonrisa maliciosa en el rostro y levantó su mano para acariciar la mejilla de Taehyung, pero éste se apartó bruscamente.

—Querido, no sabes cuánto te he extrañado — Fingió voz amorosa.

—Bangchan... — Susurró, sin poder creerlo.

⭐⭐⭐⭐⭐⭐

Volviiiiiiii y hasta yo me siento extremadamente triste así que no se enojen.

No olviden que los amo muchísimo 💓

Aveces hay cosas que tienen que suceder pero no se sientan mal, luego lo entenderan.

Nos leemos en la próxima  actualización 💜

Jamás Te Olvidé/ Kookmin¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora