APUESTA PERFECTA [+15] -Adrien × Marinette

𝓐𝓹𝓾𝓮𝓼𝓽𝓪 𝓟𝓮𝓻𝓯𝓮𝓬𝓽𝓪

Durante mucho tiempo busqué algo que me hiciese sentir vivo. Algo que me llenase de nuevos sentimientos. Esos como felicidad o alegría. Los buscaba tanto en cada una de ellas. Y en ninguna encontraba nada.

Nunca amé a ninguna de mis novias. Nunca. Jamás sentí celos por verlas con otros chicos ni añoraba sus presencias.

Si me gustaban y mucho. Pero nada más. Era tan poca mi preocupación por si tenía o no novia que cada vez que una me dejaba me decían lo mismo. “Eres frío, ¡como un témpano de hielo!”.

Tal vez en eso era en lo único que acertaban conmigo. En mi frialdad ante hechos que ellas veían importantes.

Así era yo y nada me había hecho cambiar. Lamentablemente.

-¡Adrien! -Me gire viendo una escena terrible.

-¿Que haces con esa chica Chloé? -Le pregunte un tanto incómodo.

Esa tarde llovía a cántaros y había una chica mojada con su camisa rota mostrando todo.Claramente lloraba sin control por culpa de la situación.

-Dile a esta tipa -Las dos chicas que sostenían a la del medio la tiraron al suelo. -que tú eres mí novio. -Escuche y observe a la rubia sin expresión alguna.

-¿Tu le hiciste eso?

-¡La muy estúpida esta enamorada de ti! ¡Si vieras todas las tonterías que escribió en su diario sobre ti! -Me entregó el cuaderno.

Tenía la posibilidad de leer su contenido pero sencillamente no me importaba en lo más mínimo.

-Suficiente Chloé -Dije un tanto irritado. -Deja a esa niña de una vez.

Le devolví el cuaderno y comencé mi camino hacia el coche que me esperaba para ir a casa.

-¡Mou! -Escuche -Escuchame pandereta -La agarró del rostro -no intentes nada con mí Adrien porque acabaré contigo. ¡¿Entiendes?! -La soltó con asco. -Vámonos chicas.

Unos minutos después me devolví hacia la chica que seguía tirada en el suelo boca abajo.

-Oye, ¿te encuentras bien? -Pregunte y con lentitud levantó su rostro.

Tenía moretones de haber sido golpeada. Nunca la había visto por lo que deducí que era de nuevo ingreso.

Sus ojos eran de un azul opaco pero llenos de una misteriosa luz que me desconcertó. Ninguna chica me había visto de esa forma.

-Dejame ayudarte -La levanté y ella con sus manos cubrió su pecho. -Te llevaré a la enfermería.

-N... no... -Escuche su voz -Chloé... se enojara... -Se alejó y con su mirada busco su cuaderno. -Mi diario...

-Se lo regresé a Chloé, lo siento. -Dije -Haré que te lo regrese, y siento lo que te hizo. No lo hará otra vez.

-Yo... lo que ella... dijo... -Sus mejillas estaban rojas y no por los golpes.

-Mira -Comencé a quitarme mi abrigo. -si estas enamorada de mi no tengo problema. -Extendí mi mano con el abrigo para que lo tomara. -No eres la primera chica que lo está. -Me observo. -Y... no voy a juzgar tus sentimientos aunque no entiendo que es lo que has visto en mi para enamorarte. -Mire mi apple watch -Tengo que irme, luego me regresas el abrigo.

Lo tomó y camine hacia la salida cuando nuevamente la escuche.

-¡Adrien! -Me gire y la ví con un paraguas cubriendome. -Cubrete, te enfermaras.

-Tu lo necesitas necesitas más que yo. -Negó con una sonrisa.

-Vivo muy cerca, por favor tómalo.