Rosa a sangre

6: Un paso mas.

Notas al final del capítulo.

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Intentó ignorarlo, pero la mirada impaciente que había recibido fue tan intensa que no pudo evitarlo. Se precipitó al baño para manejar la emoción repentina que había surgido; había pasado tanto tiempo que apenas recordaba cómo debía hacerlo. La puerta del baño, que estaba seguro de haber cerrado, se abre de golpe y el pie de alguien aparece en el umbral. Ricky, sorprendido, agarra una toalla y logra cubrirse la parte inferior del cuerpo. Pretendiendo que nada fuera de lo común está sucediendo, se dirige a la persona que ha entrado.

— Has estado durmiendo medio día, pensé que estabas enfermo — dice Ji Woong.

Ricky, aún aturdido, escucha atentamente. — Sí, no es el mejor momento — responde con un tono de nerviosismo evidente. Ji Woong lo mira extrañado y pasa una mano por su frente.

— Tienes fiebre — constata— Ve a la cama, te traeré una toalla húmeda — ordena con autoridad y sin otra opción, Ricky se dirige a la cama y se sienta en el borde.

Estaba arreglando su problema en el baño antes de que Ji Woong entrara, está consciente que en el lugar que esta no es del todo íntimo. Todos tienen un ojo en él, especialmente Ji Woong, quien pasa la toalla por su cara y después por sus hombros.

Este contacto físico casual desató una oleada de emoción en Ricky. La tensión es sofocante en el aire y Ji Woong no está ajeno de ello, lo sabe. Es entonces que Ricky le arrebata la toalla, el contrario no muestra sorpresa sino más bien curiosidad. Sin embargo, opta por no decir nada y se mantiene en un silencio intrigante durante un tiempo. Cada gesto y mirada parece tener un significado más profundo, creando una atmósfera cargada de anticipación.

— No es como lo piensa — dice Ricky, tratando de disipar cualquier malentendido.

— ¿Qué es lo que pienso? — cuestiona Ji Woong, su voz llena de curiosidad y un toque de desafío.

Ricky se queda sin palabras por un momento, tratando de encontrar las correctas. Mientras tanto, Ji Woong espera pacientemente su respuesta, su mirada fija en Ricky.

— No pude evitarlo — finalmente logra decir Ricky, su voz apenas un susurro, pero no se siente intimidado solo le fue difícil aceptarlo.

Ji Woong asiente lentamente, pero no dice nada. En cambio, se levanta y se aleja sin salir de la habitación.

— Necesito hablar contigo sobre el caso — dice. Este cambio de tema es tan serio y curioso. Ji Woong podría haber bromeado un poco más, pero decide revelar el motivo principal de su visita a la habitación. — El hombre que testificó en contra del grupo Hao desapareció días después del juicio — informa.

— No es así, el CEO de la empresa que demandó al grupo Hao cerró sus operaciones aquí en Corea, pero en Estados Unidos sigue funcionando. 

— No fue el CEO quien testificó inicialmente. Fue un empleado de la empresa, un contable. Desapareció sin dejar rastro y ahora nadie sabe de su paradero.

Ricky se siente abrumado, demasiadas cosas han sucedido en las últimas horas.

— ¿Desapareció? — Ricky repite, su voz apenas audible. — ¿Están seguros de que no se fue por su cuenta? Tal vez estaba asustado. Después de todo, testificar contra el grupo Hao no es algo que se tome a la ligera. No después de que ha declarado erróneamente.

— No hay rastro de él. Ni siquiera retiró dinero de su cuenta bancaria, lo cual es extraño si planeaba huir después de la demanda que puso el grupo Hao.

Ricky se frota las sienes, tratando de procesar la información.

— En cualquier caso, ¿por qué tendría que ver el grupo Hao aquí? Es sospechoso que su empleado haya desaparecido — dice Ricky.