Rosa a sangre

3: En el mundo nada se crea todo se descubre.

Notas al final del capítulo.

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Podemos ser más conscientes de nuestros pensamientos y sentimientos. A veces, podemos sentir que nos falta algo, como si hubiera un vacío dentro de nosotros que tratamos de llenar con cosas del exterior. Pero el vacío interior que a veces experimentamos en la vida puede ser el resultado de la desconexión con nosotros mismos y de nuestros valores más profundos.

Pero parece no tener sentido alguno lo que piensa, esa cosa parece querer reventarle la cabeza. Estar mucho tiempo en cama le da dolores, como si se fuera a morir esa cosa esta dándole a escuchar los minutos que pasan. Ese aparato lo está abrumando.  Mira al joven Shen sentado en el sillón de la habitación, con un libro que tomo de alguna repisa.

— Deberías de regresar a casa — le avisa.

Este no deja de leer el libro solo se reacomoda en el sillón. 

— ¿Que paso? — pregunta un momento después Shen. Esperaba alguna pregunta como esa. 

Recuerda estar leyendo justo en donde Ricky se encuentra, escucho un ruido inusual así que se levantó y camino hacia la puerta de la habitación. Al asomarse, vio a una persona desconocida revisando el estante de afuera.  No sabía con qué fin había entrado esa persona a su casa, pero tenía en mente que debía de actuar con precaución y llamar a la policía para pedir ayuda. Sin embargo, aquella persona tenía un cómplice que actuó rápido y lo ataco. Se defendió, pero lo golpearon en la cabeza. El ama de llaves había olvidado algo, ella fue quien lo encontró inconsciente.

Ji Woong abre los ojos lentamente mirando hacia al frente. Exactamente no recuerda mucho qué fue lo que paso después de ese golpe. Mira cansado al joven y no dice nada de lo que había recordado, es demasiado vago para dar los detalles por quinta vez en el día.

— La policía dijo que intentaron robar, pero yo no guardo dinero en efectivo en casa — y solo dice eso. Ricky parece pensar en silencio y para sí mismo porque asiente con la cabeza.

— Es por eso que hay policía al tanto allá afuera — indica hacia la puerta.

— Mi manager lo ha sugerido, parece pensar que alguien me quiere dañar. — Ji Woong lo dice en un tono burlón casi intencionado, del cual Ricky no lo ve así. Respira hondo y muestra una sonrisa al atleta, seguidamente vuelve con la lectura.

 Ahora hay policías vigilando afuera para asegurarse de que no vuelva a suceder lo anterior, no le gusta esa sensación de alerta, toda esa situación no le parece agradable. Ricky hace una mueca, sus pensamientos se están yendo a otros sin previo aviso.

Ha estado ahí aproximadamente medio día, yendo y viniendo de los lugares donde Ji Woong necesitaba algo. ¿Es extraño que solo haya visto la ama de llaves estar en la casa? Su corazón se pone incomodo, la imagen de Ji Woong rodeado de personas hace que pase por alto el detalle de que aquellas no son cercanas a él. Quiere preguntar mas no debería. 

Es irrespetuoso indagar en su vida a ese punto, se escucha hipócrita sabiendo que solo se había cercado a él con el fin de espiarlo. Que estaba haciendo...

— Podrías... — la voz suave promovente de Ji Woong desvía lejos sus pensamientos. Se dedica a mirarlo mientras él se para de la cama. — Quiero ir a tomar un baño — dice, Ricky está atento esperando más oraciones a pesar de que el contrario solo lo mira.

Parece entenderlo muy lento que actúa tonto inmediatamente que se ha parado de la silla, imprudente al poner sus manos en cuerpo ajeno.

— No hace falta que me desvistas, solo quiero una pequeña ayuda con mi brazo. — Ricky se aleja de inmediato, avergonzado por asumir algo a la ligera. Ji Woong no fue agresivo con el más bien señalo los límites.