Gaara

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—Kazekage, tenemos problemas—para que un ninja interrumpa una reunión importante a pocos días de empezar la guerra, no es buena señal

—¿Qué sucede?

—Me acaban de informar que Miko, Riku y Kazu, planean atacar a nuestros aliados de las otras naciones cuando comience el operativo

Deben intervenir de inmediato, un ataque como esos solo causaría desconfianza entre las naciones.

—Queda pendiente la reunión—comunicó a sus hermanos: Kankuro y Temari, y a las dos Jonin más dotadas de la aldea: Makio y Hana—Debo resolver esto cuanto antes.

—Iremos contigo—hablo Kankuro

—No es necesario, puedo hacer cargo

—Esa no fue una pregunta, iremos contigo—intervino la rubia—Somos ninjas de la aldea, es nuestra obligación defender nuestro hogar y su reputación

—Estoy con Temari, somos un equipo, no tienes porque hacerlo solo—refutó Makio

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—¡Vamos Kankuro, deja de jugar!—gritó exasperado Riku

—Sigues siendo igual de impaciente, por eso pierdes los combates

—Y tú no dejas de ser tan engreído—refuto—¿Necesitas un incentivo? En vez de envenenar a Hana debi convertirla en mi nueva marioneta, tal vez así lo tomes en serio

Kankuro no pudo evitar tensarse ante lo dicho, se estaba metiendo con su familia.

—Veamos si puedes seguirme el ritmo—saco más marionetas, nuevas de hecho, que ansiaba por probar

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—Sigues siendo igual de fuerte Makio—halagó—Voy aumentar el ritmo, espero puedas seguirme

—Te vencí en el pasado, no te contengas

—Si que has cambiado, solo por ser la esposa del actual Kazekage ahora nos ves como basura, no me imagino como debes tratar a los de la aldea—dijo asqueada de solo pensarlo

—Los cuido con mi vida, porque ellos si se merecen un buen trato, no pensaron en traicionar a los suyos—se posiciono para el siguiente ataque—¡Fūton: Ōkamaitachi no Jutsu!—dirigió su ataque a un punto específico, las paredes de la casa se desplomaron, todo salía volando a su paso.

Pero Miku logró evitar el ataque.

—Que patético, te has vuelto más lenta

—No te apuntaba a ti

—¡Muchas gracias Makio!—apareció Kankuro, detrás de él estaba Riku, inconsciente, siendo sujetado por una marioneta.

¿Cómo acertó ese golpe? Digamos que una pequeña marioneta de Kankuro estaba en la habitación.

—Riku...—su compañera se preocupo al ver el estado de su amigo de años

—Bajaste la guardia—Makio puso un kunai cerca del cuello de Miku, un paso en falso y acabaría en tragedia.

—Pero no has perdido el toque Gaara—dijo su hermano, al ver que su hermano llegó con Kazu, atrapado en su arena.

—No puedo creer que perdieras—se quejó Miku

—Se enfrentó con el Kazekage, ¿que esperabas?—Makio presumió a su esposo, y golpeó la nuca de la chica, dejándola inconsciente—¿Pueden caminar bien?—preguntó a los menores que solo asintieron, estaban sorprendidos, no conocían ese lado rudo de la pelicafe.

Regresando a la aldea, dejaron a los menores en el hospital, unos cuantos exámenes y les darían de alta en la noche, mientras tanto el grupo de renegados fueron encerrados y pronto se decidiría su castigo.

—Yo me quedaré con los chicos, ustedes vayan a cambiarse

—Te lo agradecemos Kankuro, volvemos enseguida—habló su cuñada

La pareja regresó a su hogar para ducharse y relajarse un poco, todo había salido bien, rescataron a su hijo, sus amigos que también los consideraban como uno, pero ¿Por que aún no se dirigen la palabra?

Todo el regreso no volvieron a cruzar palabra.

Makio seguía resentida por la decisión de su esposo, ¿pensaba que sería un estorbo? ¿Les haría perder el tiempo? ¿No era tan buena como ninja?

Muchos años de casados y nunca habían tenido este tipo de problemas, mantenían siempre una buena comunicación, lo que les permite entenderse de maravilla, pero un momento de miedo e inseguridad de Gaara y se complicó todo.

—Makio, ¿podemos hablar?

—¿Ahorita? Los chicos nos deben estar esperando, y le prometí a los padres de Yodo y Araya llevarlos a sus casa—quiso escapar de la situación, pero el pelirrojo la sostuvo de la mano

—Nos podrán esperar con Kankuro, no tardare mucho

—Esta bien, te escucho

—Perdon, se que sigues molesta, no quería excluirte porque pensara que eras débil, pero al ver como termino Hana, tenía miedo de que te pasara algo similar, estabas preocupada por tu hijo y yo también, no soportaría que algo les pasara a los dos—sostuvo su otra mano—Eres una gran mujer, y no lo digo solo porque eres una de las mejores Jonin de la aldea, te la pasas ayudando en la torre cuando estamos repletos de trabajo, asistes a todos los eventos conmigo sin oponerte, lo haces porque realmente te gustan, además de ayudar con el orfanato de la aldea, esos niños y niñeras te adoran por todo lo que haces por ellos, lideras y entrenas a los ninjas en formación, has criado a nuestro hijo, Shinki es un buen chico y todo gracias a ti—ella sonrió—Me siento muy afortunado de tenerte a mi lado—admitió

La pelicafe se abalanzó hacia su esposo, ya no podía contener las lágrimas.

—Ha sido de las cosas más lindas que me has dicho, quisiera seguir molesta, pero me lo pones difícil—sonrio—Yo también me siento afortunada de tenerte a mi lado, pasas todo el dia trabajando y aún vienes a casa a pasar tiempo con Shinki y conmigo, siempre procuras no descuidarnos en todos los sentidos—alzó la vista—Pero si vuelves hacer algo asi, dormiras en el sofá—sentenció

—No volverá a pasar

Más te vale.

///

Los menores junto al marionetista esperaban a la pareja fuera del hospital.

—Ahí vienen—señala el mayor—Parece que te salvaste de dormir en el sofá, por un momento creí que dormirías en mi casa—dijo burlón

—Callate Kankuro—intervino la pelicafe—No se me olvida que tú también estabas al tanto de esa decisión

—¡En contra de mi voluntad!—justifico

—Nunca cambias, Kankuro—Hana salió del hospital—Me acaban de dar de alta hace un momento, creí que ya se habían ido

—Bueno ya que estamos todos aquí—sonrió—¿Por qué no vamos a comer ramen?—propone el pelinegro

No era una mala idea la verdad.

—De acuerdo, ¡el último en llegar paga!—sentenció Hana

Kankuro estaba por correr como los demás cuando cayó al suelo, no se había dado cuenta en qué momento le habían amarrado los pies.

—¡Fue una buena idea Araya!—felicito Hana

—¡Oigan eso es trampa!—renegó—Maldición, de ahora en adelante me encargare de darles las misiones más aburridas de todas—sentenció resentido

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La familia del KazekageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora