La estaba pasando muy bien, estar con él era muy confortable.
Aunque en estos últimos tiempos casi que ni nos juntamos y esta muy bien justificado, el la estaba rompiendo con la música, sabía que a él le iba a ir así de bien, es un pibe con tanto arte que no lo podés creer.
Soy como una mamá orgullosa de su hijo, pero es que eso es lo que siento por él, orgullo.
Ahora estábamos boludeando en su pieza, me hacia escuchar bases, me mostraba algunas letras.
Me encanta ver y escuchar todo lo que hace.
-Na me encanta todo, como podés hacer todo bien- le pregunto con una sonrisita -esta parte me encanta, la que dice 'confío en usted, pero no en lo que no puedo ver y disocio de la realidad'-
-Viste esa esta muy buena- me dice -para, creo que no te dije con quién estuve el otro día- me pregunta.
-No, no me dijiste nada- le digo.
-No lo vas a poder creer- me dice y yo ya empiezo a sacar algunas conclusiones.
Me paro de la cama y emocionada le pregunto -Ay, con quien-
-Con el biza- me dice así de la nada, como se fuera algo normal de todos los días.
Obvio, yo no lo podía creer -Mentira- le digo emocionada.
-Nono, posta- me dice sonriendo.
Y ahí es cundo me tiro arriba de el de la emoción, me emociona mucho ver como cumple sus seños, porque hacer algo con biza hace unos años era todo un sueño para él.
-No lo puedo creer- le digo abrazada como una garrapata -Estoy muy feliz por vos milo-
En ese momento levanto la cabeza y lo veo a él, de cerca se veía mas lo perfecto que era.
No sé qué fue lo que nos pasó, estábamos tan cerca que podía sentir su respiración, todo paso tan rápido, cuando menos me doy cuenta me besa.
Me beso, no lo podía creer, pero fue el mejor beso de mi vida, me transmitía una paz.
Terminamos el beso y lo abrazo.
-sentí que lo tenía que hacer- me dice.
-Esta todo bien Milo, te quiero y mucho- le digo y le doy un piquito.
En eso, esa burbuja donde se encontraban sentimientos nuevos, se ve interrumpida por el llamado de la mamá de milo para ir a comer.
Me parecía irreal todo lo que había pasado, lo había soñado tanto que ahora no lo puedo creer.
Nos sentamos en la mesa, ya que estaba todo puesto para comer.
-Todo bien vos amor- me pregunta la mamá de Milo.
-Sisi, todo bien por suerte- le digo -ya te extrañaba-
Amaba a esta mujer, siempre tan buena ella.
-Sii, yo le preguntaba que porque no te traía- me dice mirándolo.
-Es que me tenía olvidada- lo miro -ahora se junta con gente de otro nivel- le digo con una sonrisita.
La Aldi se ríe -Viste, con un montón de artistas que la re rompen- lo mira -pero todo eso por seguir con lo que más te gusta hacer-
-Si, eso es verdad- les digo -estoy super orgullosa de vos- lo miro.
-Todo esto es gracias a ustedes- nos dice -vos ma sos lo mejor que tengo, siempre nos enseñaste a nunca bajar los brazos y conseguir lo que queremos, obvio con mucho esfuerzo- le dice mirándola -y vos melita, sos una de mis mayores inspiraciones para lo que hago- me dice -las amo-
Ahí es cuando muero de amor, es un pibe que no sé de dónde salió, es de otro mundo.
Después de esa conversación, que me movió un poquito el corazón, comenzamos a acordarnos de algunas anécdotas de cuando éramos chiquitos.
Una vez que terminamos de comer, levantamos la mesa y nos fuimos al sillón.
Estábamos jugando a la luchita, y de la nada me dice.
-Te quieres quedar a dormir- me ofrece.
-Bueno milo, total mañana a la mañana no tengo que hacer nada- le digo y me abraza.
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