ᴅᴇsᴇᴏ

Noveno

Poco a poco las sensaciones regresaron el, haciéndose notorio que se encontraba sobre una superficie dura por la forma incómoda que su cuerpo se presionaba sobre esta. Abrió lentamente sus ojos, parpadeando varias veces mientras intentaba acostumbrarse a lo iluminado de la habitación, trato de moverse pero su cuerpo no respondía, o mejor dicho, no podía hacerlo, dolor comenzó a instalarse en sus extremidades y en su cuello, poco entendía de lo que estaba pasando, lo último que recordaba era entrar a la habitación con -su alumna- y estar a punto de desvestirla. Una vez que su vista se volvió más clara la paseo por la habitación hasta llegar a la figura de alguien sentado en el sofá que se encontraba a un lado de la ventana, tragó saliva, reconociendo la figura fácilmente, aumentando aún más su confusión. La persona giró suavemente la cebra y posó su mirada en el, una sonrisa burlona se instaló en sus labios mientras lo miraba.

"Le tomo bastante despertar pro-fe-sor"

Estaba usando todas sus fuerzas intentando mover sus brazos y piernas, pero le era imposible lograr zafarse de lo que fuera que la chica había usado para atarlo.

"¿Qué demonios hiciste?", la miro con odio mientras su cabeza buscaba incansable alguna forma de librarse de la situación. Ella se puso de pie lentamente, elegante, cautivadora, sin apartar la mirada, y caminó hasta quedar a menos de un metro de distancia de donde él se encontraba tirado.

"Aww... ¿por qué me mira así profesor?", la chica le dio un empujón con el pie, obligándolo a quedar tendido de espaldas sobre el suelo, "creí que la estábamos pasando bien", se agachó hasta quedar en cuclillas, afirmando el codo derecho sobre sus rodillas y su mentón sobre su mano, "¿o me equivoco?".

Él la fulminó con la mirada, ya habiéndose rendido por completo de liberarse de sus amarras. Soltó una corta risa sarcástica, "¿bien?", se retorció sobre si mismo hasta que logró quedar recostado sobre su estómago, todo bajo la desinteresada mirada de la castaña, "¡¿te parece que estoy pasándola bien?!"

Ella bufó por lo bajo, poniéndose de pie y cruzando los brazos bajo su pecho, "pues yo lo estoy pasando de maravilla", dijo en tono burlón mientras le pisaba la cabeza, obligándolo a quedarse quieto, "usted ya tuvo su diversión durante bastante tiempo, ya era tiempo de que me tocara, ¿no cree?".

Se alejó de él para dirigirse a la mesa en donde había dejado su bolso de mano para luego volver a donde él estaba, sosteniendo cuidadosamente su celular en su mano derecha. Volvió a acuclillarse, haciendo alarde silencioso del objeto que había traído consigo, a lo que él soltó una risa, mitad burlona, mitad incrédula.

"Oh... wow... un celular", dijo en voz monótona, "¿y que?", alzo la mirada tanto como pudo, "¿vas a tomarme fotos?, ¿grabar?", poco a poco su voz fue llenándose de ira, "¿acaso tu gran idea es amenazarme con filtrar fotos mías en este estado?", con mucho esfuerzo se fue incorporando hasta quedar sentado sobre sus pies, soltando un suspiro aliviado cuando lo logro.

"¿Y por qué no?", dijo ella con una sonrisa juguetona, él no pareció sorprenderse.

"Adelante", le respondió, mientras sonreía desafiante, "¿que debería hacer?... tal vez gritar y llorar estaría bien", dijo mientras en su rostro se instalaba un semblante de miedo, "me pregunto que dirían los demás si supieran lo que le hiciste al amable profesor Sato", fingió una voz quebrada mientras unas pequeñas lagrima comenzaban a caer de sus ojos.