Segundo

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Llegado el lunes, Senku se preparó como de costumbre; se levantó, se dio una ducha rápida, se vistió, lavó sus dientes, seco su cabello, ordenó su habitación, desayuno junto a su padre, y luego salió de casa para ir a la escuela. Tenía planeado quedarse hasta tarde en el laboratorio, aunque eso no era una novedad, lo nuevo estaba que planeaba pedirle a la castaña que lo acompañara para, después de eso, pasar a comer ramen. No, no era una cita, era su compensación por el susto que la chica lo hizo pasar la mañana siguiente a que, bueno, tuvieron sexo; haría que ella pagara por su cena.

Le pareció raro no verla esperando por él en la entrada de la preparatoria, pero lo dejó pasar, entrando y dirigiéndose directamente a la sala de clases en donde (T/N) tenía su primera lección. Fue aún más raro no verla en su habitual asiento con la vista perdida en el paisaje a través de la ventana, mas nuevamente lo ignoró, creyendo que, probablemente, se había quedado dormida, lo cual no sería muy sorprendente, considerando que la chica era bastante fuera de lo común y le gustaba vivir a su propio ritmo.

Se pasó las clases o bosquejando nuevos planos para futuras máquinas, o leyendo algún libro, o buscando investigaciones recientes en internet con su celular. Una vez llegó la hora del almuerzo se dirigió a la cafetería junto a Taiju y Yuzuriha, esperando encontrarse con la castaña; frunció el entrecejo cuando no pudo verla por ningún lado y, después de comprar su propio almuerzo, sugirió comer en la azotea, era el último lugar en donde ella podría estar.

No hubo suerte.

Una vez estaban sentados y sus dos amigos ya estaban comiendo tranquilamente, sacó su celular para mandarle un mensaje a la chica. "¿Estas bien?", si bien sabía que no le gustaban las clases, ella no era de las personas que faltan sin motivo, entonces, lógicamente, algo debía de haberle pasado y, aunque él no quisiera admitirlo, estaba algo preocupado, solo un poco.

Guardó su celular y terminó su almuerzo antes de que sonara el timbre indicando el fin del receso. Se pasó el resto del día tratando de ignorar el hecho de que la castaña ni siquiera había leído el mensaje, y no ayudaba mucho el hecho de que los otros dos castaños no dejaran de preguntarle por ella, porque si, les había dicho que estaban saliendo, no sacaba nada con ocultarlo si tarde o temprano se enterarían, podría ser contraproducente.

No logró concentrarse en sus experimentos, ganándose miradas llenas de extrañeza de parte de los otros miembros del club. Se sentía cansado, y comprobó el hecho de que las relaciones; o mejor dicho, el amor, era completamente ilógico, y que solo servía para distraerlo de lo que en realidad era importante. Ninguno de sus compañeros cabía en si de sorpresa al escuchar que se iría temprano a casa.

"No me siento muy bien"

Fue lo único que les dijo antes de arreglar sus cosas, colgar su bata de laboratorio e irse, celular en mano, aún sin señales de la chica. Una vez fuera de la escuela decidió llamarla, pero apenas acercó el teléfono a su oído, saltó el mensaje de voz que aparece cuando el teléfono está apagado o fuera de servicio; intento un par de veces más, solo para obtener el mismo resultado. Chasqueó la lengua, frustrado, guardando su celular en el bolsillo de su pantalón, pensando en que haría que le comprara ramen toda la semana en castigo.

Pero (T/N) tampoco fue a clases el día siguiente; su celular seguía apagado, tampoco se había puesto en contacto con Taiju o Yuzuriha. Falto a clases también el miércoles, y el jueves, cuando llegó el viernes y aún no había noticias de ella decidió preguntar al director, pero este se negó a hablar acerca de la chica, al menos comprobó que la castaña había contactado a la escuela.

Le dio vueltas al asunto durante el resto del día, pensando en que podría haberle pasado para faltar tan repentinamente, apagando su celular y sin contactarse con ninguno de sus amigos, ni con él. ¿Un accidente?, de ser así no tendría porque apagar su celular, pero si este se había roto, entonces tendría sentido no poder contactarla, pero también estaba el hecho de que ella se sabía su número, no le costaba nada llamarlo para decirle donde estaba, así como hablo con el director, no tenía sentido. Entonces, ¿un problema familiar?; por todo lo que ella le había contado, su familia era algo estricta, por no decir bastante, les importaban mucho las apariencias; recordó que (T/N) le había dicho que aún no hablaba con ellos acerca de la cita que habían arreglado para ella, quizá reaccionaron de mala manera, o quizá ella les habló de la relación que tenía con él. De ser así, ¿que fue lo que hicieron?, ¿encerrarla?, era poco probable, pero no podía descartar esa opción; de cualquier forma, si su familia estaba involucrada, entonces no era raro que su celular estuviera apagado, probablemente se lo quitaron para limitar su contacto con él...

ᴅᴇsᴇᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora