¿Quién asegura que la tristeza no puede ser eterna?
¿Acaso existe en el mundo algo capaz de hacernos olvidar todo nuestro dolor?
¿Será posible levantarnos un día y no tener que fingir sonrisas?
¿Algún día podremos deshacernos de nuestras pesadillas...
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INVIERNO
Londres, Belgravia. Día : 4 de diciembre de 2023 Hora : 5:30 AM.
10 años después
"Serás feliz, dijo la vida, pero primero te haré fuerte"
La frase se repetía en mi cabeza, como un pensamiento intruso, que comenzaba dando curiosidad y terminaba causando dolor. Volví a repetirla en mi mente, una y otra vez. Analizando cada detalle e intentando entender que tan lejos estaría la felicidad para mí.
¿Acaso algún día conoceré una pizca de felicidad?
¿No había pasado ya por bastante mierda como para ser considerada fuerte?
Las preguntas iban y venían, y para ninguna de ellas tenía respuesta. No aún. Y no creo que la tuviese pronto.
Pero la que más se repetía era : ¿Qué tengo que pasar para merecerla?
¿Siquiera la merezco?
No, no creo que lo haga.
Con un suspiro, despejo mi mente, dejándola en blanco y observo la imagen frente a mí.
Al escoger para vivir un sitio como Londres tienes que tener en cuenta que una de sus desventajas es no poder apreciar un amanecer todos los días -pienso mientras veo a través de la ventanilla del coche el paisaje nevado de Belgravia.
Soplo con suavidad el humo que sale del café que llevo en mi mano, dejando que me caliente un poco el rostro y me lo tomo con calma, escuchando Lovely en la radio del coche.
No creo que algún día pueda aburrirme de ver esto. Las familias despidiéndose de sus hijos en la mañana, parejas tomadas de la mano sonriendo ajenos al denso frío de invierno, carcajadas alegres y estrepitosas llenando las calles, ancianos charlando en sus porches sin importar cuán temprano pueda ser. Los coches pasando con el volumen de la música al máximo. Una mañana ajetreada y alegre en Londres, como siempre a sido.
Un coche descapotable pasa a nuestro lado, y me acerco más a la ventanilla pegando la nariz a ella para ver mejor, quitando la humedad. Un grupo de amigos, es eso. Todos abrigados hasta el cuello con la música a todo volumen, mientras la conductora ríe a carcajadas, los demás sonríen moviendo la cabeza al ritmo de la canción.
Niego con la cabeza, sonriendo ante la imagen. Un grupo de amigos, algo que yo nunca tendré. Están locos eso sí, pero son unos locos felices, después de todo.
