CAPITULO 6 : Sus palabras

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Somebody to you - The Vamps.

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"Si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro"

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"Si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro"

INVIERNO
Londres, Belgravia
Día: 12 de diciembre de 2023
Hora: 6:15 AM

Heaven Rizzo

Su mano tiró de mí hacia él con fuerza mientras yo soltaba una risita divertida.
Nos llevaba a ambos a la parte trasera de... ¿Un club? O ¿La preparatoria?

No tenía idea. Solo sabía que era guapo.

Alcé la vista hacia la luna. Estaba en todo su esplendor e iluminaba la estrecha acera. Bueno, al menos nadie nos vería.

Un hombre choco contra mí en ese momento desestabilizandome. Giré mi cuerpo para verlo a la vez que soltaba otra risita. Definitivamente bebí demasiado.

Se pide disculpas, maleducado —le dije, pero no me hizo caso.

El chico era alto, vestía de negro completamente y llevaba un gorro cubriendo su cabeza. Me pareció familiar, había hablado con un hombre así unas horas antes en la fiesta.

No pude distinguir más, porque en ese preciso instante me empujaron contra una pared con brusquedad y apresaron mis manos.
Su aliento se fundió con el mío y no pude evitar acercarme a él de repente muy ansiosa por lo que iba a pasar.

¿Tenía curiosidad? Mucha. Pero no quería algo más que besos y manoseo. Eso estaba claro en toda la neblina que el alcohol dejó en mi cabeza.

Solo quería divertirme un poco, sin llegar a nada más.

Tenía un límite.

Pero al parecer, él no.

Una mano inmovilizó las mías arriba de mi cuerpo mientras que otra se perdía dentro del escote corazón del vestido blanco que decidí usar esa noche y seguía bajando hasta encontrar mi rodilla, alzandola.

Estaba... me sentía atraída definitivamente por experimentar aquello de lo que tanto hablaban las chicas de mi instituto. Pero sentía que yo no podía llegar a ese límite, aún no. Pero si quería divertirme... Un poquito.

Él sonrió contra mis labios cuando me acerqué a su boca. Esperaba que no se notara que nunca había dado un beso. Y sin embargo, cuando solo escasos centímetros nos separaban él se rió con fuerza dejandome desconcertada.

Eres patética, mi cielo —su mano agarró mi mandíbula, apretandola con fuerza —Y muy, muy ingenua para mí suerte.

Sus palabras me aturdieron, no sabía a qué venía esto, cuando en la fiesta se había mostrado amable.

En Ruinas y Cenizas (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora