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" 02: pequeñas cosas "
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HORA 19.
Yo era una de esas personas en las que si tenía amigos, debía apoyarlos. Por eso, aunque George no me lo pidiera sentía la necesidad de estar cerca en su primera cirugía. Así que como la mayoría de los internos, me senté en la galería viendo cómo él chico parecía bastante nervioso pero que realmente le tenía un voto de confianza.
Desde arriba sentía la presión y los nervios de George, Burke no parecía de esos cirujanos de los cuales podías estar tranquilo. Desde el momento en que lo vi, supe que sería diferente y que era aún más estricto que probablemente Bailey, y eso que parecía algo imposible, pero suponía que así era.
— Va a desmayarse —comentaba uno de los nuevos mientras entraba en la galería.
— Venga diez dólares a que falla en la operación —dijo otro de ellos riéndo ante los comentarios que soltaban sobre George.
— Quince, a que llora —pujaba ahora Cristina, mientras que yo negaba con la mirada abajo tratando de contenerme y no decir nada.
La mayoría seguía pujando, y yo seguía tratando de permanecer callada. Sinceramente no entendía porqué deberían pujar sobre algo así, sin tener en cuenta de que en el lugar de George podría haber estado cualquiera de los que se esta burlando. Por suerte, Meredith dijo lo que yo pensaba y pujo a favor del interno, nuestro amigo.
Aunque la simpatía y la compasión de Meredith no sirvió de mucho, ya que, tanto Cristina e Izzie siguieron pujando. Ya me harte, no iba a hacerlo pero, algo me decía que debía hacer el bien y apoyar a George.
— Ya basta, enserio —salté haciendo que muchos me miraran confusos pero con atención— no confiaís en George, literalmente no sabéis cómo lo hará. Quizá esta nervioso, si. Pero de seguro que muchos de los que habéis pujado en esa estupida apuesta, si estuvierais en su lugar, seguro que estaríais en pánico.
Dicho esto, creo que todos entendieron la lección, o tal vez no. Pero no me importaba, ya lo había dicho y ahora si estaba más tranquila. Era absurdo que pensará que cuando dices cosas malas sobre alguien o algo, la vida te lo devuelve. Pero tenía mil razones para pensar en eso y, al fin y al cabo era verdad, el karma si existía.
George logró quitar el apéndice con éxito, dejando a la mayoría con la boca cerrada después de que muchos no confiaran en él. Yo le sonreí un poco desde la galería, porqué aunque no levantará la cabeza, sabía que estábamos allí. Meredith le felicitó en voz alta antes de que el interno rasgara el intestino del paciente y empezará a desangrarse.
Rezabe internamente, toda la fè que mantenía en George y que podía hacerlo bien, se marchó. Ya estaba en blanco y Burke literalmente lo echo del quirófano, dejando al chico con cara de asustado. Realmente no había estado bien llamarlo idiota, era su primera cirugía, estaba claro que había la misma equilibracion en hacerlo bien o mal.
— Es 007 —comentó alguien justo detrás, no logré destinguirlo ya que se fue al darme la vuelta.
— ¿Qué es 007?
— Licencia para matar —le respondí a Izzie que estaba justo a mi lado.
Me quedé viendo cómo la cirugía seguía, esta vez sin George. Si algo había aprendido de mi hermano era que al principio debía prestarle atención a absolutamente todos los detalles. Sabiendo que en algún momento de mi carrera, probablemente me tocaría hacer esta cirugía y en el momento que ocurriera, debería estar completamente segura de que lo haría bien.
