𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄𝐒 ✅

03

El primer día que te conocí

—Megumi's perspective—

Era un día libre del ocupado calendario que teníamos de clases de hechicería, en las que algunas consistías en la teoría (explicaciones sobre algunos conceptos básicos de la hechicería) y la práctica (realización de misiones grupales o individuales si tenías el grado suficiente). Tras haberme vestido con un atuendo relativamente cómodo. De hecho era un chándal de color azul oscuro y blanco que me regaló Meiko por mi cumpleaños el año pasado, mi favorito. Toque con golpes suaves la puerta de su dormitorio en la residencia, la cual estaba a mi lado del mío. Lo hice de nuevo pero nadie respondía. "Es verdad, Gojo se la llevó a su casa ayer. Debe de haberse quedado a dormir ahí." pensé mientras suspiraba.

Quería hablar con ella anoche cuando volviéramos a la residencia de alumnos, pero ella volvió a casa con Gojo, así que perdí mi oportunidad. La notaba muy en alerta y nerviosa, y esas conversaciones secretas con Gojo sucedían más a menudo. Ese era una señal de que algo le estaba pasando a ella. Y yo quería saberlo. No por ser metiche, pero me preocupaba muchísimo por ella. Era la persona más importante para en este mundo, haría lo que fuera para que estuviera bien.

—¡Megumi, buenos días!—saludo un demasiado alegre Itadori para ser las nueve de la mañana.—¿Qué planeas hacer hoy?

—Voy a visitar a Meiko.

Le dije a Itadori, la Vasija de Sukuna y una persona que extrañamente me caía bien desde la primera vez que lo conocí, hace unos días exactamente. Era alegre y ayudaba a los demás sin esperar nada a cambio, incluso si eso ponía en peligro su propia vida. Me recordaba hasta un punto a Meiko, quien me dijeron que era considerada una hechicera de primer grado desde antes que entrara a la Escuela de Hechicería. Al haber estado años previos bajo la tutela de Satoru Gojo, aunque se supone que yo también. Pero no desarrollé las misma habilidades que ella, no tenía el mismo potencial digamos. Sin embargo, desde hace cinco meses que Gojo no la dejaba ir a misiones en solitario y yo no sabía el porqué. Era algo inusual simplemente, ya que siempre por norma general la dejaba sola en las misiones no muy complicadas.

Mi sexto sentido me decía que algo sucedió en esa misión en la que lo acompaño, pero no se lo dijeron a nadie. No tarde mucho en llegar a la "Humilde Morada" de Gojo, se encontraba a unos veinte minutos de la Escuela de Jujutsu. Algo relativamente cerca.

—Megumi me alegra verte, ¿no has hecho planes con tus compañeros ya que hoy no hay clases?—me preguntó Gojo al recibirme en su casa.

—No, quería ver cómo está Meiko. La noté algo rara ayer.—contesté.

—Que buen novio eres, preocupándote sin cesar por tu querida Mei chan. Venga pasa, está durmiendo ahora mismo, pero no tardará en despertarse.—me abrió la puerta para que pudiera pasar, yo lo seguí hasta el salón.—Siéntate si quieres.