Remus Lupin
Ratón
Hay un toque burlón en la voz de Remus mientras se desliza en el asiento a tu lado. Lo miras de reojo mientras sacas tu libro de texto de pociones de tu bolso y lo colocas suavemente sobre la mesa. un resoplido sale de tus labios.
—¿Alguna vez van a dejar pasar eso?— Frunces el ceño y te cruzas de brazos mientras te vuelves hacia él.
Hay una suave sonrisa jugando en sus labios y una risa de Sirius detrás de él mientras se une a ustedes dos en la mesa.
—Nunca olvidaré la expresión del rostro de McGonagall cuando se dio la vuelta — dice Sirius alegremente. Le frunces el ceño, queriendo borrar la estúpida sonrisa divertida de su rostro.
—Cállate —dices.
—No fue tan malo. Tenías un hocico bastante lindo...— Remus se toca la punta de la nariz con un dedo y su sonrisa cambia lentamente de gentil a una más bien devoradora de mierda.
—Oh, vamos, ¿cuántas personas pueden decir que se convirtieron en ratones, t/n? Se necesita la habilidad adecuada para lanzar un hechizo sin darte cuenta de que tu varita está en la dirección equivocada
tu cara se sonroja. —¡Estaba distraída! —tu defiendes.
—Distraído, así es... charlando con Moony y lanzando hechizos al mismo tiempo. ¿Cómo has pasado tanto tiempo sin volarte en pedazos?
le sacas la lengua, le empujas el hombro y te ríes mientras cae a mitad de camino de su asiento. Se contiene y hace una mueca mientras recupera su lugar.
—Cuídate, black — amenazas. —¿Te gustaría ser perro permanentemente?
—Comprueba que has girado la varita en la dirección correcta esta vez, ¿no?
Se oye un ruido sordo cuando le golpeas el brazo con el revés y él hace una mueca dramática.
—Está bien, ustedes dos — dice Remus, con voz divertida. —Slughorn está aquí
Castigados, tú y Sirius se acomodan en sus asientos. El parloteo del resto de la clase se calma y el profesor Slughorn te indica que abras tus libros en el capítulo correcto. Te mueves en tu asiento, mirando a Remus mientras reúne los ingredientes de sus pociones. su codo empuja el tuyo mientras ajusta su caldero.
—Lo siento, ratón — dice sin darle importancia. Aunque insistes en que odias el apodo tonto, el sonido de él diciéndolo hace que tu estómago se revuelva un poco. Te arden el cuello y las orejas, pero no dices nada y te concentras en la tarea que tienes entre manos. Sirius se distrae cuando James le dice algo a través del aula, lo que también ha llamado la atención de Lily. su mirada te atrapa por un segundo, y esperas que esté demasiado lejos para ver la expresión nerviosa que adorna tus rasgos mientras te apresuras a comenzar con tu poción.
Invertido en tu libro de texto, no te das cuenta cuando James se dirige a tu mesa, mirando tus calderos mientras regresa de las tiendas de la clase, habiéndose quedado sin uno de sus ingredientes. —Me pregunto por qué el viejo baboso nos tiene preparando pociones de embellecimiento— comenta, haciendo una mueca mientras mira de la poción de Sirius a la de Remus.
—Probablemente escuché sobre el incidente de transfiguración de T/N —dijo Sirius astutamente, empujando tu hombro. Tu boca se abre cuando James se ríe.
— Canuto — advierte Remus, lanzándole una mirada penetrante.
Los ojos claros de Sirius se mueven entre tú y Remus, y levanta las manos en señal de rendición. —Lo siento— dice —no quise decir eso, sinceramente. Sabes, creo que estás en forma, t/n — él muestra una sonrisa, activando el encanto.
