Madison
Estaba sentada en un camastro a la orilla de la playa, aún estaba todo muy solo la gente aún no se levantaba así que el único sonido que se escuchaba era el de las olas del mar que se habían vuelto lentas y pasivas, y el sonido de las páginas de mi libro cuando eran pasadas cada que terminaba la anterior, estaba ahí tranquila y serena cuando una voz que ya conocía se acercó a mi.
- Buenos días, Madison
Dijo Ángel sentándose a los pies del camastro
- Buenos días
Dije sin levantar la vista de mi libro
- ¿Has descansado?
Pregunto con la mirada algo perdida y distante
- Si, solo que me gusta venir a la playa cuando está vacía
Dije sin importancia
- Supe que ayer volviste temprano
Dijo el casi en un susurro, sonaba tranquilo pero su mirada era impasible e inquieta
- Si, no soy mucho de ir a fiestas y estaba cansada por el viaje
Dije por fin dejando mi libro cerrado a un costado de mi cuerpo
- ¿Como volviste?
Dijo dirigiendo su mirada a mi cuerpo
- Con un chico que conocí ayer
Dije sin importancia observando las olas del mar
- ¿Y no pensaste en los posibles peligros?
Dijo el sonando como un hermano mayor fastidiado
- Si, si lo pensé, pero decidí tomar el riesgo y valió la pena
Dije recordando la noche anterior mientras una sonrisita tonta se escapaba de mis labios
- Debes tener más cuidado Madison, no puedes subirte al auto de cualquier extraño, puede ser demasiado peligroso
Dijo el sonando molesto
- Lo sé, no tienes que recordármelo papá, puedo cuidarme sola
Dije fastidiada por su repentino enojo, me levanté del camastro tomando mi libro y caminando de nuevo al hotel
- No te vayas espera
Dijo Ángel corriendo detrás de mi, yo camine un poco más rápido hasta que llegamos a la parte trasera del hotel y el me acorraló para no dejarme escapar
- Déjame, Ángel
Dije molesta
- No espera, lo siento
Dijo el apenado
- ¿Que cosa?
Dije frunciendo las cejas extrañada
- Esque no soporto verte con otro Madison, se que no tengo derecho a molestarme por las decisiones que tomes, pero me muero de rabia al saber que yo pude haber sido él
Dijo mientras cerraba los ojos para contenerse
- Pues no eres él, y no, no tienes derecho a interferir en mi vida amorosa Ángel, tú no me valoraste y lo sabes, pudiste haberlo hecho, pero no lo hiciste y ahora es demasiado tarde
Dije molesta
- Maldita sea lo se Madison, joder claro que lo se y soy un estúpido por no haberte valorado, y se que no tengo otra oportunidad contigo, pero me hierve la sangre cuando te veo con otro
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Sanando Mis Heridas
Teen FictionEs normal que una chica no se sienta deseada, amada y querida? Esto es lo que le sucede a Madison una chica de 16 años, quien nunca senha sentido bien consigo misma, ella busca la forma de hacerce creer a ella misma que es suficiente y bonita tal y...