Capitulo 19

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André

Había pasado toda la noche pensando en cómo tomaría lo de nuestra primera "cita de conquista", era un término que me había inventado y se lo escribí en la carta, estaba seguro de que había quedado claro todo para ella, gracias a que Angie me dijo que había salido perfecto mi plan bien ideado, eran ya las 5 de la tarde y había quedado de pasar por ella a las 5:30, estaba nervioso, no quería que se sintiera presionada, pero quería preparar algo especial para ella.

Ya estaba vestido, llevaba un traje negro con una camisa blanca y una corbata del mismo color que el vestido de Madi, estuve observándome en el espejo cada 15 minutos esperando (o no esperando), encontrar alguna imperfección para arreglarla, estaba muy emocionado y tenía ganas de ver a Madi con el precioso vestido que habíamos elegido para ella, estaba seguro de que se vería como una diosa.

Salí en mi auto en dirección al hotel donde estaba hospedada ella, puse música en el camino para calmar mis nervios, cosa que no funcionó casi nada pero por lo menos me hizo pensar en otras cosas, había decidido pasar a comprar un ramo de flores para llevárselas, está vez eran tulipanes blancos y era un ramo casi 5 veces más grande que el que le había regalado la última vez, esperaba que le gustará, además pase por una tienda de regalos y encontré un peluche en forma de gato, estaba hecho de una tela tipo de seda, estaba hermoso, era de color blanco y llevaba una mochila rosa, sabía que le gustaría demasiado, amaba los gatos, así que había elegido el peluche perfecto para ella.

Al llegar al hotel bajé del auto y está vez traía el ramo y el peluche en mis manos, quería dárselos en cuanto saliera, le envié un mensaje para que bajará a abrirme

"Estoy abajo niña, no demores mucho te traje una sorpresa"

- André –

"Un minuto ahora bajo"

- Madison -

Leí el mensaje y sonreí

Guarde el celular en el bolsillo derecho de mi pantalón y me dedique a esperar con mi cuerpo recargado en el capo de mi auto mientras observaba distraídamente lo que pasaba a mi alrededor, a los pocos minutos escuché el característico sonido de la puerta del hotel y al voltear, ahí estaba ella, traía el vestido que le había obsequiado, se veía hermosa, el vestido se ajustaba justo en las partes necesarias de su cuerpo, ella decía que no tenía la mejor figura del mundo, pero para mí ella era tan perfecta, era mi universo, llevaba un maquillaje casi imperceptible, y su cabello caía suelto por sus hombros, llevaba las puntas onduladas lo que se asemejaba a unas bellas cascadas cayendo libremente, se veía hermosa, jamás me cansaría de decirlo, no podía creer como alguien tan perfecta pudiera haber sido lastimada de formas horribles, aún no conocía su historia completa, pero sabía que una parte de esta no me gustaría para nada, sin embargo yo solo tenía ganas de cuidarla como el tesoro más preciado de mi vida, tratarla con delicadeza y cuidar y sanar ese corazón, para que pudiera salir la hermosa mujer que ella lleva dentro.

- Hola anciano

Dijo ella con esa voz que no dejaba de pensar ni soñar

- Hola niña

Dije con una sonrisa torcida, sabía que le encantaba que sonriera así, aunque no me lo dijera, lo mejor de todo es que ella me provocaba esas sonrisas

- Toma, te ves preciosa, me has dejado sin palabras

Dije dándole el ramo y el peluche

- Muchas gracias, André son preciosos y tú te vez muy Wow

Dijo ella paseando su mirada desde mis pies hasta mi cabeza

- Gracias niña, bueno vayamos con tos padres para que no se nos haga tarde

Sanando Mis HeridasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora