♡ : CAPÍTULO V - CRUEL TEMOR.

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Jeongin no cree que los clubes sean para él.

Es decir, se siente tan fuera de lugar. No sabe cómo moverse o dónde demonios ir. En cambio, Hyunjae parece estar en su segundo hogar.

Él anda por la pista esquivando a las personas tan fácilmente. Jeongin no puede dar más de un paso sin estar chocando con alguien borracho o diciendo: 'Permiso, disculpa'. Tal vez sea porque Jae es pequeño a comparación de sus uno con ochenta y cinco.

Pero saber que Jae está feliz y disfrutando de su luna de miel realmente le hace sentir bien.

—Hey, chico flor—Jae le llama. Jeongin trata de ver sus rostro a través de las luces led. Jae está sonriendo para él. Su sonrisa siempre fue hermosa, pero desde hace un tiempo ha cambiado un poco, no puede decir qué exactamente, pero está ahí. Es como si fuera tan natural en él sonreír siempre. Antes la notaba tensa y cansada.

¿Él hace feliz a Hyunjae?

Quiere preguntar, pero le parece fuera de lugar.

Siente la pequeña mano de Jae poner algo en la suya. Jeongin frunce el ceño al notar que es un vaso de tiro lleno de licor ámbar.

—Bébelo. Nos pondrá felices.

—Ya soy feliz—comentó.

Jae se le quedó viendo por un momento antes de ampliar su sonrisa. Él se acercó a Jeongin aún más, poniendo las manos en los hombros y quedando a pocos centímetros de la boca de Jeongin.

—¿Qué te pone feliz?—Sonrió.

—Tú.

—Joder, Chico flor, debes dejar de decir esas cursilerías en lugares como este—murmuró bajando los ojos.

Jeongin junto las cejas aún más.

—¿Por qué?

Hyunjae pareció notar el rastro de molestia en su voz. Él expandió sus hermosos ojos, una lenta sonrisa extendiéndose en sus labios.

Jae se puso de puntillas para alcanzar su oído y susurrar:

—Porque me pones mal.

Jeongin parpadeó repetidas veces. Su corazón se aceleró dentro de su caja torácica. Cosas como estás hacían arder sus mejillas.

—Jae...

—No querrás que nuestra primera vez sea en un baño público después de todo.—Se encogió de hombros.

—No, no queremos eso.—Tragó duro de sólo imaginar a Hyunjae sentado sobre el lavamanos con las piernas abiertas para él.

"Oh bendito Dios."

—Vamos, quiero bailar.

—Oh no, Jae, sabes que no bailo.

—¿Por qué no?

Jeongin encogió sus anchos hombros, imitando a Jae.

—No es lo mío.

Hyunjae lo vio con reprobación. Rodó los ojos.

—Toma el tequila. Bailaremos... ¡Escúchame! Bailarás conmigo quieras o no, eres mi esposo y quiero bailar contigo. En las buenas y en las malas, ¿no?

—¡Te avergonzaré!—trató de razonar.

Él sacudió la cabeza.

—No lo harás. Si es el caso, nos avergonzaremos juntos—Hyunjae le enseñó su meñique como si fueran niños pequeños.—. Lo prometo.

Cruel Intentions ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora