♡ : CAPÍTULO FINAL - CRUEL FINAL.

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Cuando Jeongin logró llegar al hospital ya era de tarde por la noche. Los pasillos inmaculados estaban libres y solitarios y el único sonido era los que producían sus zapatos al correr hasta la recepción donde una joven enfermera estaba haciendo papeleo.

—¿Cuarto de Hwang Hyunjin?—preguntó, tratando de normalizar su agitada respiración. La enfermera le echó una rigurosa mirada antes de contestar.

—Señor, es medianoche, la hora de la visita ya se acabó—informó. Rápidamente, regresó a los papeles ignorando a Jeongin.

—Necesito verlo—dijo tosco.

—¿Es algún pariente suyo?—La enfermera no levantó la mirada de los papeles. Jeongin frotó sus dientes en señal de frustración.

—Soy su novio.

Por fin, la maldita enfermera alzó la mirada y arqueó una ceja. De pronto, de algún lugar en su vestido blanco sacó un intercomunicador. Ella pidió su nombre y cuando se lo dijo, lo informó a través de la cosa, Jeongin no podía identificar lo que decían, pero lo que sea que fuera la pequeña idiota lo llevó hasta el cuarto de Hyunjin.

—De nada—murmuró la enfermera.

—Sí, gracias por nada—Jeongin le gruñó ganándose una petulante sonrisa. La enfermera se despidió y desapareció velozmente por el pasillo dejándolo solo dejante de la puerta donde Hyunjin estaba.

Tomando una profunda bocanada de aire se atrevió a abrir la puerta para ver a Hyunjin dormido. Jeongin palideció al ver los pequeños moretones extendidos por su hermoso rostro, una pequeña tirita adhesiva en una de sus cejas. Sentándose en la cama, al lado del inconsciente cuerpo de Hyunjin se atrevió a tomar su mano, observó los raspones en los nudillos y su corazón dolió.

Hyunjin llevaba enyesado una pierna. Jeongin no sabe cómo sucedió el accidente o cuáles fueron las consecuencias del incidente. Hyunjin se vía lastimado, pero al menos no estaba conectado a miles de tubos y con una mascarilla de oxígeno y eso era una buena señal.

Extendiendo su mano, acarició la morada mejilla con sus ojos brillando por las lágrimas.

Su corazón se desgarraba deseando volver en el tiempo y detener a Hyunjin de marcharse de su casa. Si se hubiera comportado de otra manera, hubiera hablado con él y todo esto se habría evitado.

Pero el dolor se disfrazó de perdón y tuvo esa incesante necesidad de vengarse de todas las mentiras y engaños. Ahora, estas eran las consecuencias de sus crueles intenciones.

Parecían hundirse en un círculo vicioso de quién lastimaba más a quien.

—Lo siento tanto, Hyunjinnie—susurró. Él quería que Hyunjin despertara y pateara su culo si fuera necesario. Apretó los ojos permitiendo que las lágrima se derramasen, nunca se había sentido tan arrepentido tanto en su vida.

Jeongin oyó un suave carraspeó detrás suyo. Volviendo los ojos hacia la puerta vio a Hyunjae parado allí, observándolo.

Ninguno de los dos dijo nada. Jeongin no tenía las ganas ni la energía para entablar una discusión con Hyunjae. Él no quería verlo jamás y tenerlo en la misma habitación lo enfurecía. Concentrándose en Hyunjin, se inclinó besando su mejilla, con un dolor agudo compungiendo su cuerpo descansó su frente contra la de Hyunjin.

—Jeongin...—Hyunjae murmuró, interrumpiendo su momento con Hyunjin.

Respirando hondo, miró a Hyunjae esperando a que continuara, pero él señaló la puerta con el dedo pulgar y dijo:

—¿Podemos hablar?—Jeongin no respondió por lo que él insistió—Por favor.

Lamentando apartarse de Hyunjin, desenlazó su mano de la de Hyunjin. Hyunjae abrió la puerta y ambos salieron al pasillo.

Cruel Intentions ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora