Cruel Intentions ❁ HyunIn

♡ : CAPÍTULO VII - CRUEL INTENCIÓN.

Hyunjin sólo podía limitarse a observar sus manos. Había demasiados sentimientos y emociones chocando dentro de su mente como para poder expresar su disgusto e incomodidad ante esta absurda y casi trágica situación.

El abogado de Jeongin lo estaba viendo con una mirada repugnante y era notable sus ganas por comenzar a difamar su nombre.

Jeongin... él era la única víctima en todo esto. No lo era él o Ryujin, nadie más que el hombre delante suyo. Y, no podía mirarlo a los ojos porque la culpa corroía su interior. Jeongin estaba herido y lastimado a niveles desconocidos para él.

El hombre confiaba en Hyunjae, pero su hermano sólo destruyó a un hombre que lo amaba sin medida. Hyunjin entendería si recibiera un golpe en la cara. Es más, pondría la mejilla para Jeongin.

Deseaba que él descargara su furia en ese momento, que le gritara, que lo golpeara, pero Jeongin no hizo nada de eso.

Jeongin se permitió mirar a Hyunjin buscando una respuesta, una razón, un por qué de las heridas y la traición, pero no las hallaba y tal vez, eso fue mucho más doloroso.

Hyunjin quería pedir perdón, haría lo que fuera para que Jeongin no siguiera viéndolo de esa forma. Porque, le lastimaba.

—Di algo—susurró. Hyunjin envolvió sus brazos tratando de buscar consuelo en sí mismo.

—No quiero decir nada porque sé que te ofenderé—Jeongin contestó. Hyunjin sonrió sardónicamente y eso molestó a Jeongin.—¿Te parece divertido burlarte de mí? ¿Más de lo que has hecho?

—No me estoy burlando de ti.

Jeongin empuñó sus manos y se colocó en una posición rígida demostrando lo enfadado que estaba.

—Lo estás. Robaste mi dinero, podías habérmelo pedido, pero optaste por robar, Hyunjae.

Hyunjin cerró los ojos por un momento. Trató de controlar su agitado temperamento. Abriendo los ojos, enfocó su atención en el abogado que sostenía una divertida sonrisa en su estúpido rostro.

—¿Podrías dejarme a solas con Jeongin?—pidió.

El abogado chasqueó la lengua repetidas veces mientras sacudía la cabeza.

—Lamento decirte que no.

—Pues no lo lamentes y vete. Necesito hablar con él en privado—gruñó, levantándose.

Jeongin suspiró, dio un breve masaje en su nuca e hizo una ademán en dirección de la puerta.

—Déjanos solos, Choi.

El abogado pareció horriblemente sorprendido.

—Pero señor...

—Te di una orden—Jeongin respondió casi gritando. El abogado tomó su maletín, acomodó su corbata y con una agria mirada dirigida a Hyunjin salió de la oficina dejándolos solos—. Una oportunidad—dijo él.

Sus manos sudaban y su labio inferior comenzó a temblar suavemente. Jamás se sintió la aterrorizado en su vida. Estaba haciendo frente a un problema que no le pertenecía. Debía ser Hyunjae quien estuviera aquí y no él.

En el segundo en el que dio un paso hacia Jeongin, él le enseñó la palma y de alguna forma, su rechazo magnificó el dolor en su pecho.

Ahora el momento de la verdad, ya no más mentiras ni evasiones. Su madre tenía razón, debía afrontar la consecuencia de su decisión. Aunque jamás consideraría a Jeongin como un error.

—Tengo... tengo que explicarte—empezó —Quiero que me escuches hasta el final, Jeongin.

—Trataré de hacerlo, no prometo nada.