Jin se volteó inmediatamente al oír esa firme voz, comprobó con horror en su rostro que Christopher lo había descubierto.
-- No es l-lo que piensas... -- Dijo.
-- Además de traidor, mentiroso. -- Dijo tomando el brazo del menor. -- ¿Sabes? Si no tuviera un hermoso omega al que amo, definitivamente te haría mío. -- Rió arrastró a Jin adentro de la base.
Entraron y entre varios alfas aprisionaron a Jin en una celda al igual que a un criminal, cerraron con candado y dejaron al chico ahí dentro con las manos atadas a la espalda y una cinta negra en la boca.
Mientras tanto, Namjoon estaba en un día sospechosamente tranquilo ya que la mafia enemiga no había atacado la suya, por lo que volvió a casa. Llegó y se encontró con que su esposo no estaba ahí, haciendo que comience a sospechar de sobremanera que algo estaba mal, porque era muy extraño que un día fuera tan tranquilo y que, además de eso, su omega no estuviera en casa.
Se sentó en el sofá y encendió su teléfono, buscando el número de Jin.
Seokjin
Llamando
Y no respondía, Nam ya estaba comenzando a entrar en pánico mientras presionaba una y otra vez el botón de "Llamar📞", hasta que fue él quien recibió una llamada.
-- Hola -- Respondió
-- ¿Dónde está Seokjin? -- Preguntó la voz del otro lado de la línea.
-- No lo sé, Jackson, no ha vuelto a casa.
-- Yo sé dónde está, no quería confirmar que fuera verdad, pero... Christopher lo tiene secuestrado
-- Voy para allá
-- ¡Na-
Cortó la llamada y salió corriendo de la casa hasta llegar a su auto, donde entró y encendió el motor.
No sabía por qué estaba yendo a buscar a Jin, porque realmente no lo amaba--- O eso pensaba ---En lo absoluto, tal vez sea solo preocupación, sí, "sólo la preocupación".
Llegó en un par de minutos a la base de Chris y entró pateando la puerta, sacó su arma y le apuntó al joven beta que había como guardia. Le disparó en la pierna y caminó a paso rápido donde le pareció escuchar la voz de Christopher. Entró en la habitación y vio al chico de tatuajes en el cuello apuntándole con un arma a Jin.
Antes de que pudiera reaccionar el contrario le apuntó y le disparó directo al estómago, sintió como su cuerpo ardía entero y el lugar donde estaba la bala de sentía quemado. Cayó al suelo y lo último que escuchó antes de desmayarse fue la voz de su esposo gritando y suplicándole algo a Christopher, no pudo identificar que le decía.
-- ¡Nam! ¡Llama a una ambulancia! ¡Por favor! -- Comenzó a llorar desconsoladamente mientras intentaba desatar la cuerda que tenía en sus manos y alrededor de su estómago.
-- ¿Por qué lo haría, maldito traidor?
-- Porque si lo haces, haré todo lo que me digas.
-- ¿Ah sí?
Jin asintió. -- Haré todo lo que tú me digas solamente si llamas a alguien para que lo atienda antes de que se desangre, ¿No ves que está muriendo? Si muere, te lo juro, Cristopher Bang, que yo mismo, personalmente, voy a hacer que te arrepientas. Así que tú eliges, tenerme de tu lado, o tenerme en contra tuyo y de toda tu familia, hasta de tu omega.
Sintió un ardor en su mejilla izquierda, cerró sus ojos con fuerza y apretó los puños, con ganas de tomar el arma y dispararle directo en la cabeza a ese desgraciado.
-- Desgraciado... -- Se rió antes de desatar rápida y ágilmente las cuerdas que lo sostenían y quitarle el arma a Chris. -- ¿Acaso crees que me voy a dejar intimidar por un desgraciado? Pues te equivocas.
Christopher frunció el ceño, irritado por la resistencia de Jin.
-Eres un chico valiente, debo admitirlo - Dijo con una sonrisa maliciosa- Pero no entiendes con quién te estás enfrentando. Yo siempre obtengo lo que quiero, y no vas a ser la excepción.
Sin perder más tiempo, Christopher se lanzó hacia Jin con intención de arrebatarle el arma. Jin logró esquivarlo ágilmente y, aprovechando su pequeña estatura, se escabulló entre las piernas de su captor. Con movimientos rápidos, Jin logró ponerse de pie y apuntarle a Christopher.
-No te acerques más, o dispararé - Advirtió Jin, su voz ahora más firme y segura.
-¿Crees que eres más inteligente que yo? - Rió Christopher- No tienes idea de lo que soy capaz de hacer.
Justo en ese momento, un ruido ensordecedor resonó en toda la habitación. Las paredes comenzaron a temblar y el techo se llenó de grietas. Una luz intensa iluminó el lugar, bañando a Jin y a Christopher en un resplandor.
-¡Esto no puede ser real! -exclamó Christopher, su voz llena de terror.
"Jin, tienes el poder dentro de ti para liberarte de esta pesadilla. Debes confiar en tu instinto y dar un paso adelante".
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