TRECE

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Después de dar a luz a su hijo, unos días después, los tres volvieron a casa. Namjoon redobló la seguridad en su hogar y alrededores, consciente de la amenaza latente que representaba la enemistad con la mafia rival. Cada día se esforzaba por proteger a su amada familia, asegurándose de que estuvieran a salvo en todo momento.

Sin embargo, un día, mientras Jin y el bebé estaban en la sala, Namjoon escuchó ruidos extraños provenientes del exterior. Al acercarse sigilosamente a la ventana, vislumbró la presencia de algunos hombres sospechosos merodeando por el perímetro de su propiedad. De inmediato, alertó a sus guardias y desplegó un plan para repeler cualquier posible ataque.

-- Jin. -- Lo llamó. -- Hay que poner a salvo a Jungkook. -- Dijo con voz nerviosa y Jin inmediatamente asintió y dejó al dormido bebé en el baño, escondido entre la ropa y con cuidado de que pudiera respirar. Luego salió y dejó la puerta del baño abierta, se dirigió a la puerta de la habitación y la cerró con llave; un plan bastante astuto de su parte.

Un fuerte estruendo se escuchó en la puerta principal y al cabo de unos minutos todo se volvió un desastre. Alfas y betas corrían por todos lados, luchando a mano o con armas, el sonido ensordecedor de las balas inundaba la casa. Jin y Namjoon sólo rezaban para que su bebé no se despertara y comenzara a llorar.

De vez en cuando, omegas entraban corriendo y se llevaban a los que estaban al borde de la muerte. Varios alfas subieron las escaleras y comenzaron a destrozar la puerta de la habitación, lo que hizo suspirar a Jin porque su plan había funcionado; los enemigos creían que su bebé estaba ahí.

En medio de la pelea, Namjoon levantó la vista, y observó algo que lo dejó totalmente helado.

-- ¿Bang Chan? -- Pestañeó repetidas veces confirmando que no era una alucinación. -- Estás vivo... -- Eso sonó más como una afirmación.

-- Estoy vivo y vine a vengarme...

-- ¿De qué?

Chan soltó una carcajada sarcástica. -- ¿Enserio no lo sabes? -- Namjoon negó con la cabeza. -- Tus hombres mataron a mi omega...

-- ¿Mataron... A Seungmin? -- Preguntó desconcertado, él les había dicho especialmente que no tocaran a ese omega, porque era el hermano de su esposo.

-- De la manera más cruel posible... -- Su mirada era oscura y fría, pero de alguna manera transmitía dolor, mucho dolor. -- Mi omega estaba en cinta, ellos se enteraron y le dispararon directo al vientre, matando así a mi bebé y a mí lindo omega. -- Enfadado, comenzó a alzar la voz. -- ¡SEUNGMIN NO TENÍA LA MALDITA CULPA DE ABSOLUTAMENTE NADA! -- Quitó el seguro del arma y le apuntó directo en la cabeza a Namjoon. -- Me las vas a pagar por to-

-- ¿Seungmin? -- Jin preguntó con evidente dolor en su mirada. -- ¿Seungmin mi hermano? -- Su voz se quebró. -- ¡¿MANDASTE A MATAR A MI HERMANO?! -- Comenzó a llorar, si alguna vez había mirado a su esposo con ojos de amor, ya no quedaba rastro, todo lo que mostraba en su mirada era dolor, tristeza, un sentimiento amargo de traición.

-- ¡Vete, Jin! -- Ordenó Namjoon, Jin no se movió ni un centímetro, no bajó la cabeza, se mantuvo firme. -- ¡QUE TE VAYAS DE AQUÍ AHORA MISMO! -- Ordenó con su voz de mando, sin embargo, una vez más, no se movió ni siquiera un milímetro, parecía una fotografía, lo único que se movía en Jin eran las lágrimas que caían de sus ojos. -- ¿Seokjin? -- Esta vez habló con voz más suave, pero sin perder la firmeza en su tono.

-- ¡No me voy a ir hasta que me expliques! ¡Dame explicaciones ahora! -- Su respiración estaba agitada, su hermano, su hermano al que tanto había cuidado, su hermanito al que tanto amaba, estaba muerto. Ya no había vuelta atrás. -- Más te vale que tu excusa sea convincente o me iré de aquí junto a mi hijo y no volverás a saber nada de nosotros.

Orgulloso de ti (Descontinuada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora