UNO

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Aviso:

Está historia está descontinuada, por lo que no tiene un final concluso.
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Kim Namjoon, un alfa de treinta y cinco años con un trabajo un tanto peculiar como jefe de una mafia.

Su vida básicamente se trataba de pelear, pelear y pelear.

Y este día no era la excepción, estaba disparando balas como si su vida dependiera de ello, aunque en realidad si vida sí dependía de ello porque ahora mismo estaba peleando contra su mafia enemiga.

Cerró fuertemente sus ojos cuando sintió el calor de una bala en su hombro, siguió disparando hacia todos lados con ruidosos balazos en toda la sede, tomó en sus brazos a un beta que estaba por ahí y lo lanzó en la parte de atrás de su camioneta, llamó a su hermano JK (Jungkook) y ambos se lo llevaron a su base.

Ataron al chico en una silla, cubrieron su boca con cinta extra resistente y le apuntaron con el arma antes de comenzar con su tarea.

-- Pestañea dos veces si eres un estúpido -- Bromeó JK. El chico no hizo nada.

-- ¡Obedece, Hoseok! -- Gruñó Namjoon.

El chico cerró sus ojos y negó con la cabeza antes de sentir un fuerte dolor en su mejilla izquierda.

-- ¡He dicho que obedezcas, mierda! -- Lo abofeteó repetidas veces mientras JK observaba desde una esquina, riendo y fumando.

-- No te va a hacer caso, es una perra -- Habló finalmente el chico lleno de tatuajes en sus brazos y espalda.

-- Cierto, una perra que traiciona a su bando y se folla al jefe de otra mafia -- Rió el de cabello rojo antes de patear la silla y que ésta cayera al suelo.

Los dos comenzaron a reír y JK le pasó una botella de vodka a Nam, que bebió unos tragos antes de derramar algo sobre el chico en el suelo.

-- ¿Que vas a saber tú? -- Se mofó -- Si no me das toda la información, despídete de tu miserable vida -- Le apuntó con su arma.

JK se acercó y le quitó la cinta de la boca. -- ¡No les voy a decir nada! ¡Antes muerto! -- Exclamó Hoseok.

-- ¡Te veo en el infierno, hijo de puta! -- Gritó Namjoon antes de disparar directo en la cabeza del chico dos veces seguidas.

-- ¿Vendemos sus órganos o qué pedo?

-- Quémalo

-- Bien, pero le quitaste la diversión

Y con eso prendieron fuego el cadáver de Jung Hoseok, el chico que se atrevió a traicionar a su bando y tener una relación amorosa con el jefe de otra mafia.

Después de deshacerse de cualquier rastro de sangre o ADN que sirviera como evidencia, dejaron el lugar y volvieron al auto.

-- ¿A dónde quieres ir ahora? -- Preguntó Jungkook.

-- Pues... ¿Te parece si vamos a un bar? -- Respondió Namjoon.

Y así fueron al bar más caro de toda Corea: All night.

Llegaron y entraron al bar; estaba mayormente iluminado por luces rojas y unas levemente azules y moradas, el olor era como a alcohol pero no daba náuseas, el suelo era rojo brillante, había una larga barra como mostrador y en el fondo unas enormes repisas con botellas elegantes y cara y en el medio, se podía ver una pista de baile iluminada por luces de todos los colores.

Tanta gente, a Namjoon no le gustaba que hubiera tantas personas, como los omegas que buscaban desesperadamente un alfa, los betas que sólo estaban sentados en la barra o los alfas que inundaban el lugar con el humo de sus cigarros, le aturdía el hecho de que hubiera tantas personas.

Se sentó en una mesa con una botella de whisky y una copa, viendo como su hermano andaba con un omega regalado de su universidad, típico de jóvenes de veinte años, siempre buscando pareja.

Bebió unos tragos antes de ver cómo las luces de la pista se apagaban y ésta era reemplazada por un escenario que se levantaba de a poco, se impresionó al ver lo bien elaborado que estaba el bar.

Y sintió que sus ojos estaban siendo bendecidos cuando vio a la criatura más hermosa que pudo ver alguna vez en sus treinta y cinco años de vida, un chico con una cintura diminuta y unos hombros anchos, las facciones de su rostro eran sumamente delicadas; desde sus gruesos labios hasta sus definidas cejas y su pequeña nariz, sus largas piernas y brazos, sobre todo, sus grandes muslos, que podían hacer babear a cualquier Alfa, en cualquier momento y lugar.

Las luces de todos lados se apagaron y solamente una luz entre rojo y violeta iluminando al bello bailarín quien en un suave movimiento comenzó a bailar, el llevaba puesto un traje de oficina con una larga corbata que al poco tiempo quitó bruscamente de su cuello y la enredó en el tubo antes de comenzar a girar en él.

Era sumamente sexy, tanto que con sólo cerrar sus ojos podría enamorar a cualquiera, y éste alfa ya se encontraba pensando una forma de tenerlo para él y sólo para él.

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Orgulloso de ti (Descontinuada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora