-- ¿Ya estás? -- Abrazó la diminuta cintura de su omega.
Ya habían pasado un par de meses desde que Namjoon y Jin estaban saliendo, el mayor le propuso mudarse juntos ya que no quería estar separado de él en ningún momento.
-- Ya casi -- El menor le dio un pequeño beso en los labios.
Hubiera ido a más de no ser porque fueron interrumpidos por el teléfono de Namjoon.
-- Atiende, amor -- Ordenó el más bajito antes de separarse y seguir empacando.
-- ¿Hola? ¿Jungkook? ¿Qué pasa? Voy para allá. -- Colgó y besó el suave cabello de Seokjin. -- Lo siento, bebé, tengo una emergencia de trabajo. No tardaré mucho. -- Se despidió y con eso se fue.
Subió rápidamente a su auto y condujo hasta la base, cuando llegó tomó una metralleta que tenía debajo de su asiento y salió del auto, adentrándose en la gran sede que estaba repleta de personas corriendo y gritando, su hermano JK se encontraba disparando hacia donde se encontraba el jefe de la mafia enemiga, Bang Chan.
El hombre de cabello rubio y rizado esquivaba las balas con tal audacia que hacía enfadar a JK, quien se acercó al alfa y con una cuchilla, lo apuñaló justo en el estómago antes de sonreír triunfante.
Namjoon sonrío con el mismo propósito antes de que su sonrisa fuera totalmente desvanecida y sin quedar rastro de esta, como si el hombre de cabello rojo nunca hubiera sonreído en su vida, solo al ver como un joven del otro bando, Andrew, disparaba directo en el pecho de su hermano, haciéndolo caer al suelo.
Corrió y tomó al joven chico en sus brazos, lo cargó hasta el auto y lo dejó en los asientos de atrás antes de subirse él también y llamar a su enfermero más fiel, Park Jimin, un omega.
JM entró al auto y también se subió en el asiento de atrás, mientras Namjoon conducía él iba extrayendo la bala del pecho de Jungkook, para después vendarlo con sumo cuidado y el alfa detuvo frenéticamente el auto cuando vio la cara del enfermero en el retrovisor.
-- Jimin, dime qué no...
-- L-lo siento, hice lo q-que pude... -- Sollozó en su asiento y Namjoon no pudo evitar que se le salieran lágrimas.
-- ¡No es cierto! ¡No murió! ¡Esto se puede arreglar! -- Exclamó.
-- N-no uses esa v-voz con-conmigo, por favor -- Cerró sus ojos y salió del auto, dejando a un devastado Kim junto al cadáver de su fallecido hermano.
Mientras tanto, Seokjin seguía esperando a Nam. Ya cansándose de esperar tanto, tomó su teléfono y llamó a su novio.
-- Nam, ¿Ya vienes? -- Preguntó.
-- Si, bebé. Estoy yendo.
-- Oh, lamento molestarte.
-- No lo haces, eres y siempre serás mi prioridad.
Con eso cortaron la llamada y Namjoon llegó a su casa unos minutos después, se notaba algo triste pero Jin no quiso preguntar acerca de eso. El alfa lo ayudó a subir sus maletas en la parte de atrás del auto y luego ambos se subieron, el mayor en el asiento del piloto y el menor en copiloto.
No tardaron mucho en llegar a una linda y enorme casa que el pelirrojo había comprado cuando le propuso a Jin mudarse juntos.
Los dos entraron y Namjoon abrazó a Seokjin, que le correspondió. Se separaron pero luego volvieron a unirse en un potente beso que acabó por volver loco al alfa, quien tomó a su omega por los muslos y lo cargó hasta la habitación.
Siguieron entre besos y besos que pronto se volvieron algo más, pero eso es historia de ellos.
Al día siguiente el castaño despertó con un suave ardor entre su cuello y su hombro, buscó entre sus pensamientos para recordar lo que había pasado la noche anterior, y cuando se levantó y se vio al espejo, confirmó su recuerdo más agradable; ya tenía la mordida de su alfa. Alfa que ya se había ido a su trabajo.
Se quedó un tiempo admirando su reciente y roja marca antes de salir del baño, fue a la cocina y preparó unos panqueques para después sentarse a ver la TV, aunque se aburrió después de un tiempo y se decidió a preparar un pastel para su lindo alfa. Le puso fresas, chocolates, chispas de colores y finalmente el resultado fue un gran y lindo pastel.
Lo colocó en medio de la gran mesa junto a una linda decoración y encendió el reproductor de música, justo estaba sonando una canción llamada como el bar en que Jin trabajaba antiguamente; "All night".
Después de unas horas, Namjoon llegó y le sonrió a su "bebé" antes de besar tiernamente sus labios y ambos se sentaron a disfrutar del pastel.
-- ¡Está delicioso! -- Alagó Namjoon.
-- Me esforcé mucho para tí. -- Jin sonrío con dulzura.
-- Dime, bebé, ¿Hay algo que no puedas hacer?
-- Merecerte
-- ¿Que tonterías dices? Tu me mereces, mereces todo esto y mucho más.
Y así siguieron hasta cansarse y caer rendidos en la cama.
Aunque realmente Namjoon no sentía el más mínimo afecto por Jin, tenía que casarse con él debido a lo que sus padres le habían dicho, así que tenía que ser el alfa perfecto para que éste omega no lo abandone, iba a ser el novio perfecto, al menos hasta el matrimonio.
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¡Hola! Soy Seung97, vamos a hacer un salto de tiempo hasta unas semanas después de la boda, porque ahí es donde viene lo importante.
