DOCE

62 10 2
                                    

Últimos capítulos.

A la mañana siguiente, Namjoon se despertó y buscó a Jin a su lado, sin embargo no pudo encontrarlo, se preguntó dónde podría estar.

-- ¡Jin! ¿Dónde estás?

No tuvo respuesta. Se levantó de la cama y caminó hacia su armario para ponerse algo de ropa y se dio cuenta de algo; le faltaban prendas. La verdad le sorprendió un poco pero luego su mente hizo "click" al percibir un olor fuerte, como a helado de vainilla. Siguió el extraño aroma hasta el baño y tocó la puerta dos veces seguidas, recibiendo como respuesta silencio.

-- ¿Jin? ¿Estás ahí, amor? ¿Tu celo se adelantó? -- Preguntó con cuidado.

-- ¡Vete de aquí! -- Escuchó decir a Jin.

-- Perfecto, otro periodo de celo con un omega loco. -- Rodó los ojos y se cruzó de brazos, apoyando su espalda contra la puerta.

-- ¡Te escuché Kim Namjoon!

-- ¡Lo siento, amor! -- Se incorporó y frunció los labios.

Normalmente cuando Jin entraba en celo solía encerrarse en el baño o en algún lugar donde nadie pudiera verlo, Namjoon no entendía eso, podría estar con él, pero prefería encerrarse en el baño, cualquiera podría pensar que era el embarazo, pero no, Jin siempre era así en sus períodos de celo.

Tres días después, cuando el molesto celo acabó, la pareja se encaminó hacia el hospital para la ecografía, hoy les dirían si era niño o niña. Llegaron y entraron, se sentaron en la sala de espera, esperando su turno para entrar.

-- ¿Señor Kim? -- El doctor salió del consultorio.

-- Así es, somos nosotros. -- Namjoon se puso de pie tomando la mano de Jin.

-- Pasen, por favor. -- El doctor les regaló una amable sonrisa y los tres entraron. -- Recuestese aquí. -- Le indicó y Seokjin siguió sus instrucciones.

El doctor levantó un poco la camisa de Jin, dejando ver su creciente vientre y Namjoon soltó un leve gruñido al ver a otro hombre tocar a su omega. Jin lo miró y soltó una leve risa ante los celos del alfa, quién entrecerró los ojos y se cruzó de brazos, apoyándose en la pared mientras miraba fijo al doctor, intentando controlarse.

-- Será un niño. -- Anunció el doctor, viendo la pantalla.

Namjoon sonrió y caminó rápido hacia Jin antes de tomarlo por la cintura y abrazarlo con cuidado de no aplastar su pancita.

-- Vamos a tener un niño muy bonito, como su papi Jin. -- Besó la frente del sonriente omega.

Camino a casa, el camino fue muy divertido, ambos hablando sobre su bebé, qué nombre ponerle (al final decidieron llamarlo Jungkook, en honor al fallecido hermano de Namjoon), a qué escuela llevarlo, qué ropa y juguetes comprarle, y tomaron la decisión de decirle lo de la mafia cuando cumpliera cerca de quince años, para que entendiese el peligro y no se acercara.

Al llegar a casa, ambos cenaron, deseando que los meses pasaran rápido para poder al fin ver a su bebé.

Así fue como pasó un mes, pasaron dos meses, y cuando se dieron cuenta, ya era el mes ocho. El embarazo transcurrió con normalidad y ya estaba realmente cerca el nacimiento del bebé.

La noche tranquila envolvía la habitación con su manto de serenidad y paz. En medio de la oscuridad, reinaba un silencio reconfortante que invitaba a la calma y la introspección. El suave susurro del viento acariciando las cortinas creaba una melodía suave y relajante, como un arrullo que acompañaba los pensamientos y emociones que fluían en el ambiente. Las luces tenues de la noche iluminaban sutilmente la habitación.

Su silencio fue interrumpido por un suave jadeo de Jin, que se levantó y corrió al baño, seguido por Namjoon.

-- ¡Enciende el auto! -- Gritó con esfuerzo y el alfa corrió hacia afuera, encendió el auto y luego entró a la casa, cargó a Jin y lo dejó en los asientos traseros del vehículo. -- ¿E-está todo listo? -- Namjoon asintió y comenzó a conducir hacia el hospital, saltándose todas las señales de tránsito, no tenía tiempo, ya después pagaría las multas. Ahora había algo mucho más importante; la vida de su esposo y de su hijo.

Llegaron al hospital en cuestión de minutos y Nam llamó con urgencia a los doctores, que rápidamente corrieron hacia Jin y lo recostaron en una camilla, el joven omega parecía estar inconsciente.

Llevaron a Seokjin a la sala de parto, planeaban tener el bebé por cesárea, pero éste había adelantado su nacimiento, por lo tanto no había otra opción. Mientras tanto, Namjoon estaba sentado en una silla junto a la camilla, tomando con fuerza la mano de su joven esposo, intentando brindarle tranquilidad.

A pesar de que el alfa ya estaba acostumbrado a oír desgarradores gritos y a ver sangre salpicada por todos lados, no podía soportar que fuera Jin quien estuviera llorando del dolor, no podía ver eso. La preocupación plasmada en su rostro dejaba ver el miedo que tenía, miedo de que algo saliera mal y pudiera perder a su bebé, o a su omega, o incluso a ambos. Ese era un riesgo que no quería correr, no estaba dispuesto a lidiar con otra pérdida, no podría soportarlo. No había llegado hasta aquí para perder todo lo que con esfuerzo había logrado conseguir.

-- Tú puedes... Ustedes pueden. -- le susurró al oído. Jin sólo se limitó a asentir y seguir pujando.

Al cabo de un tiempo, el doctor tomó completamente al bebé y se lo entregó al pequeño omega, quien sonrió y lo miró con cariño y amor, aún estaba cansado, pero eso no le impedía admirar a su recién nacido, la pequeña familia inmersos en una nube de alegría.

Poco sabían que esa felicidad no les iba a durar mucho tiempo.

Orgulloso de ti (Descontinuada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora