DIEZ

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-- ¿Qué hay de comer? -- Preguntó Namjoon, Jin dejó sobre la mesa un plato de pasta y luego se sentó en el sofá. -- Oh, vamos, no puedes hacer el tratamiento silencioso conmigo. ¡Estoy siendo amable! -- Jin se encogió de hombros y encendió la televisión.

Namjoon sólo puso los ojos en blanco y comenzó a comer.

-- Está rico -- Dijo viendo al chico que solo asintió. -- ¿Cómo lo preparaste? -- No dijo ninguna sola palabra, sólo se encogió de hombros. -- Podemos cocinar juntos algún día. -- Jin lo miró con una expresión de "definitivamente es mala idea" y luego volvió a ver la tele. -- Amooooooor -- Namjoon lo tomó de la cintura y besó su mejilla.

-- Tengo tarea. -- Se levantó del sofá y dejó solo a Nam, que seguía pensando una forma de recuperar el amor de su omega. (Nunca lo había perdido, Jin solo estaba enojado).

-- Mentiroso... -- Murmuró Nam para sí mismo antes de recostarse contra el sofá, suspiró profundamente y cerró sus ojos. -- ¡Oh! -- Los abrió y sonrió en grande. -- ¡Tengo una idea!

Hace un par de meses

-- Nam, ¿Te gustan los niños?

-- Depende, si se quedan quietos y no dicen una palabra, me gustan.

-- ¿Y si hablan? Sería divertido escuchar las historias de un pequeño. -- Dijo Jin con ternura.

-- Si hablan, entonces son molestos.

-- Eres un amargado.

Actualidad.

-- ¡Jin! ¡Ya vuelvo!

Namjoon salió prácticamente corriendo de la casa y se subió a su auto, encendió el motor y condujo hasta la tienda de mascotas más cercana. Entró a una tienda muy bonita y colorida donde había animales muy tiernos que seguramente a Jin le encantarían.

-- Hola, buenas tardes, quiero un poni. -- Dijo Namjoon apoyándose en el mostrador.

-- Señor, ¿Un poni? -- Preguntó el recepcionista.

-- Si, un poni, ¿Hay algún problema? -- Namjoon lo fulminó con la mirada y el chico lo miró algo asustado.

-- Claro que no... Pero no tenemos ponis.

-- ¿Qué clase de mascotería es esta?

-- Señor, no se dice mascotería, se dice...

-- Cierra la puta boca y tráeme un hurón.

En cuestión de segundos Namjoon estaba sentado en una silla viendo un (prácticamente) catálogo de hurones.

-- Siguiente... Siguiente.... -- Repetía sin parar, ninguno le gustaba, hasta que vio en una pequeña caja a un hurón blanco y esponjoso. -- Quiero ese. -- Señaló al animal.

-- Enseguida, señor.

En un abrir y cerrar de ojos ya tenía al pequeño animal en sus manos, no le gustaba la sensación pero tampoco le desagradaba, había que admitir que su pelaje era muy suave, aunque el animalito no dejaba de removerse e intentar morder a Namjoon, así que no tuvieron opción que meterlo en una caja.

-- ¿Cuánto cuesta? -- Preguntó sacando su billetera.

-- Quinientos dólares.

Era bastante obvio que el precio era alto, pero vamos, sabemos que Namjoon tenía el dinero suficiente como para nadar en él. Salió de la tienda de mascotas y se subió al auto, poniendo la caja con el hurón en el asiento de al lado, el animalito sacaba su nariz por los huecos de la caja y Namjoon le dio un pequeño trocito de una manzana que tenía en su bolso, el animalito comenzó a comer.

-- ¿Sabes? Creo que vas a agradarle mucho a Jin. -- Le dijo al hurón, que continuaba comiendo dentro de la caja. -- Tenías hambre, ¿No, pequeño? Mira, lo que espero de tí es que le gustes a Jin, así que intenta comportarte. -- Miró a la caja con los ojos entrecerrados para después volver a ver el camino. -- ¿Sabes otra cosa? ¡Jin me está ignorando! Bueno, no ignorando, pero ¡Está siendo muy frío conmigo! Oye, ¿Crees que  quiera el divorcio? -- El animal hizo un par de ruidos dentro de la caja, que Namjoon tomó como un "sí". -- ¡No! ¡No puede ser! Esto me está volviendo loco... Y ahora estoy hablando con un hurón. -- Suspiró y detuvo el auto antes de bajarse.

Entró a una pequeña tienda y después de unos minutos salió con una gran jaula que colocó en la parte de atrás del auto, y un par de paquetes de comida para hurones.

Volvió a conducir, esta vez hacia su casa, (después de hacer una pequeña parada a una tienda de regalos y comprar chocolates) y cuando llegó entró cautelosamente intentando no hacer ruido. Acomodó la jaula sobre el sofá y metió con cuidado al hurón dentro, dejó la comida sobre la jaula y en la pequeña mesa, dejó la caja de bombones.

Subió cautelosamente las escaleras y abrió en silencio la puerta de su habitación, estaba por decir algo cuando escuchó a Jin hablar por teléfono.

-- No sé, mamá... -- El decía en voz baja y sollozando suavemente. Escuchó la voz del otro lado del teléfono unos segundos y volvió a hablar. -- No, no quiero. Yo también te extraño, y mucho, pero mi vida está aquí en Busan, no puedo volver a Seúl, mamá. -- Volvió a detenerse unos segundos para escuchar la voz de su madre y luego volvió a hablar. -- Mamá, yo lo amo, aunque haya sido un hijo de puta conmigo lo amo de todas formas, no puedo dejar mi vida en con él, es todo lo que... -- No pudo continuar y volvió a llorar.

Namjoon no pudo evitar sentir culpa al ver a su omega en ese estado, él se arrepentía tanto, y se arrepentiría toda su vida de lo mal que lo trató y de todo lo que lo hizo pasar, sólo quería ir y abrazarlo, decirle que lo sentía mucho, mucho, mucho, y que a partir de ahora cambiaría y sería el mejor alfa que él pudiera encontrar en el mundo, lo único que deseaba era eso.

-- No, mamá, no vamos a romper el lazo. -- La voz de Jin lo hizo salir de su burbuja de pensamientos. -- Mamá, prometo que todo va a cambiar... -- Namjoon sonrió y estaba a punto de ir y decirle a Jin que estaba ahí cuando una sola frase borró por completo su sonrisa. -- Mamá, Namjoon y yo vamos a tener un hijo. -- Namjoon abrió los ojos como platos y Jin se limpió las lágrimas antes de volver a hablar. -- No, él no lo sabe, planeo decírselo esta noche...

 -- No, él no lo sabe, planeo decírselo esta noche

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Orgulloso de ti (Descontinuada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora