- ¿Que tan difícil puede ser decirle lo que sientes por el?
- Bueno comenzando por el hecho de que no puedo hablar ya es un problema, expresar mis sentimientos seria complicado...
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-Créditos al autor del...
— Y aun así no provoque ninguna reacción en Draken — se quejo Emma — pareciera como si no le importara.
— ¿ No crees que fuiste un poco lejos? — Pregunto Ryo.
Ambas estaban en casa de los Sano, Ryo había hecho una visita a Emma, iban a salir a comer pero Ryo aún esperaba que Emma terminará de alistarse.
-—Ahora que lo pienso mejor, creo que si —Emma terminó de peinarse y tomó sus cosas — Igual ese chico desapareció en tan solo un par de minutos, hubieras visto su cara cuando su novia se entero — Emma soltó una pequeña risa —le propinó un buen golpe... No entiendo como pudo hacer algo así, estando con esa clase de chica.
Ryo escuchaba con atención, aquel chico Takemichi le causaba curiosidad se había metido en los asuntos de la toman de una forma muy rara, incluso se llevaba bien con 3 de los capitanes.
—¿Nos vamos? — Pregunto Emma.
Ryo asintió, ese día no estaba Mikey en casa, tenía una reunión con Draken, Pah y Peh - yan acerca de la futura pelea que tendrían contra Moebius.
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Apenas eran las 3 o 4 de la tarde, Ryo bostezaba mientras regresaba a casa, la noche anterior no había podido dormir bien como de codtumbre. Quería llegar a casa y tomar un buen baño para preparar la cena e irse a dormir temprano.
Por alguna razón ni Chifuyu ni Baji contestaban sus mensajes, le parecía un poco raro ya que los fines de semana solía verse por la tarde con ambos.
Ryo soltó otro bostezo, caminaba por una calle muy poco concurrida, por su distracción no noto cuando algunas personas comenzaron a seguirla.
Antes de poder salir de esa pequeña calle había alguien parado esperándola. Ryo reconoció a la persona que ahí se encontraba, tuvo una ligera sospecha de lo que sucedía y al ver a 3 personas detrás de ella confirmó esas sospechas.
— Eres difícil de encontrar Igarashi, te gusta juntarte con esos sucios pandilleros ¿no? — en la cara de Higa se expresaba una clara expresión de molestia.
Ryo se limitó a escuchar, aquella situación le traía tantos recuerdos que sabía bien como terminarían las cosas.
— Ese día... — Higa apretó el puño — ¡llevaste a uno de tus noviesitos para dejarme en ridículo!
Ryo se mantuvo atenta a lo que decia Higa, aquella situación le causaba una gran molestia a ella también. Las palabras de Higa le hicieron entender que aunque no quisiera sólo había una forma de solucionar las cosas.
— Eres una maldita zorra — A Higa le causaba aun más molestia la indiferencia que Ryo estaba mostrando.
—Es por eso que alguien tiene que darte una lección... -— La chica sonrió con malicia — me preguntó si a esos pandilleritos les seguirás gustando aunque ya no tengas esa carita — De su bolsillo sacó una pequeña navaja enseñandosela a Ryo.
