—si, si ese joven parecía poseído por el mismísimo diablo, se enseñó a golpes contra una pared, gritaba como loco, ella intentaba controlarlo, parecía no importante, se acercó y me levanto del cuello —dijo tomando aire—. Me estaba asfixiando, ella logró meterlo, me tiró al piso, me dijo que me largará antes de que me matará con sus propias manos, es por eso que hoy estoy aquí contando esta historia, recuerdo que me dijo que si me volví a ver en su camino él mismo me mataría con sus propias manos.
—¿Qué paso entonces? —pregunte al verla callar de nuevo.
—Dijo que para entonces no habría poder humano que me salvará, por eso me refugie en las calles, tratando de no volver a cruzarme en su camino, perdí a mi esposo, todo cambió, me quedé sola. Si tan solo no hubiera regalado esa bastarda que tuvimos, todo sería diferente —dijo—. Señorita, cómo el señor me había dicho que no son policías y ya le conté toda la historia, en qué más puedo ayudarle.
Estaba en shock con lo que la señora me había contado, esa señora tan horrible era mi madre, pero saqué las fuerzas y le mostré la fotografía, quería saber si reconocía esa niña.
—Es una historia diferente, de hecho esa es mi hija, si quiere saber la historia, tiene que pagarme un poco más, ¿a ver cuánto más me puede dar? —interrogo entusiasmada—. Le ofrecí lo último que me quedaba, era poco, pero ella lo recibió, dijo que no era tan importante, así que me contaría por ese esa diminuta cantidad.
—Esa niña en la foto fue la bastarda, qué arruinó nuestras vidas, teníamos toda muy bien planeado, había entrado a trabajar como la señora del servicio en una casa, tenían cualquier cantidad de dinero, el dueño me hizo su amante, me embaracé de mi esposo diciendo que la hija era de ese señor —quejo con desagrado —. Así podríamos sacarles una buena cantidad, pero el muy infeliz se dio cuenta de todo, por un error me echó a la calle y nos quedamos sin nada y esperando una hija, la que no deseábamos, arruinó todo. Para cuándo la bastarda había nacido ya teníamos planes para ella íbamos a venderla, pero la policía lo echó todo a perder, se dieron cuenta, nos la quitaron y la dejaron en lugares adoptivos, por falta de pruebas no fuimos presos —añadió molesta— hicimos muchas cosas, no me arrepiento de nada, de hecho recuerdo que nos habíamos robado un par de niñas pensando que era la nuestra, las vendimos no sé si dimos con la correcta, de todos modos no me interesa, nunca hubiese querido a esa bastarda, nos echó todo a perder todo.
«Es mi madre, esta mujer es mi madre, es un monstruo» pensé mientras hacía un esfuerzo por contener las lágrimas.
—Ahora que lo pienso bien, si nos la hubiéramos quedado la tendría conmigo, ahora que me falta mi esposo, seguramente la estuviera usando con muchos hombres, para sacar una buena tajada de ello, su juventud hubiera sido mi cofre de la fortuna, ahora debe tener unos 21 si aún está viva, la miserable bastarda, ella es la culpable de esta miseria en la que vivo —quejo con desagrado —señorita no sé por qué le interesan estás historias, pero eso es todo lo que tenía por decirle.
Me quedé allí sin poder moverme, solo las lágrimas brotaban de mis ojos, viendo como esa señora se marchaba, esa señora que tanto me odiaba, que me había dado la vida, pero que era un monstruo, había disfrutado de dañar a tantas familias, de haber dañado a la familia de Hades, de haberlo llenado te odio, entendí todo.
Haber visto como disfrutaba y la satisfacción en su rostro mientras me contaba todo lo que había hecho, fue detonante para mí.
Era hija de la mujer que tanto daño le había hecho, el investigador me ayudó a ponerme de pies y fuimos al auto, en el trayecto no mencione una sola palabra, sentía que no era capaz con mi vida, pero al llegar y salir del auto de aquel hombre, entrar a casa y ver a mi hijo recobré las fuerzas. Lo abracé fuertemente.
Habían pasado alrededor de 5 días, entre la depresión y la confusión de no saber qué hacer, no sabía si ir o no a ver a Hades, era la hija de la familia que tanto sufrimiento le había causado, estaba demasiado confundida, había olvidado ir a visitar a Max.
Como de costumbre le pedí a la niñera que lo cuidara, no había visto a Betsy, tampoco a Favio, no sabía qué había pasado con Hades los últimos días, sabía que era inocente de lo que había pasado con mi familia, pero no era inocente de haber hecho lo que hizo con Max, no tenía derecho.
—Hola señorita, hace días no la veíamos por aquí —dijo una enfermera —le tenemos excelentes noticias, su novio, el doctor, ya despertó, lo hizo ayer en las horas de la tarde, ya le contamos que usted ha estado muy frecuente por aquí. Se ha puesto feliz, pero dijo que no la llamáramos, que quería darle la sorpresa.
Le agradecí y me fui corriendo a la habitación donde estaba Max, lo abrace fuertemente y él a mí.
—Me alegra mucho, verte Zia, me dijeron que estuviste todo este tiempo pendiente de mí, estuve cuatro meses en coma —dijo entusiasmado—. Vaya que rápido transcurre el tiempo, Ya me imagino cuánto habrán cambiado las cosas. Dime cómo está tu relación con Hades, tu hijo, cuéntame todo.
—Max, me alegro mucho que estés bien —dije ocultando la vergüenza por saber quién había causado la situación.
— A mí también Zia, te ves preocupada ¿Has logrado descubrir sobre su pasado? Habíamos quedado en eso, lo recuerdo antes de que el loco del marido de la paciente que falleció, esa que te conté, me mandará golpear, tengo que demandarlo.
—¿Qué has dicho que te mandara golpea quién? No puede ser, si fuese ese tipo quién te mandó a golpear he cometido un gran error —dije llevando mis manos a mi cabeza—. Culpe a Hades y lleva 4 meses preso, pensé que había sido él, todo indicaba que tenía la responsabilidad de lo que te había pasado, que había sido el quién te había mandado a golpear.
Me senté al lado de Max a lamentarme a decirle que no podía creer lo que había hecho, mientras él me decía lo mismo, me pidió ir a declarar, que llamara, a quiénes llevaban su casó, para poder aclarar todo, de que no había sido él, de que no tenía nada que ver con el asunto.
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SEÑOR CONTROLADOR
RomanceÉl es un hombre tóxico, no conoce más que el dolor y la maldad, acostumbrado a tener el control. Ella es una chiquilla ingenua, llego al lugar equivocado, sin imaginar se enamora de quién debió odiar, cree que su amor puede cambiarlo, y puede ser u...