El Universo De Los Artistas Rotos.

Asesinato grupal.

Yo la maté,
Le corté las venas y esperé que se desangrara,
Yo la maté,
Esperé hasta que las voces la asfixiaron irremediablemente.

Yo... de entre todas las personas,
Yo, que jugué a amarla por siempre le vendé los ojos y la obligue a callarse,
Yo, la maté,
Yo le arranqué las últimas memorias y le dejé el corazón enganchado a un libro de poesía,
Yo la maté, pero no de la forma convencional.

Yo le corté las venas, pero tú,
Tú la asesinaste,
Tú le preguntaste mil veces si no le era suficiente con lo que tenía,
Cuando sabías que la respuesta era que no,
Tú le gritaste que tus problemas eran peores
Y mientras ella se ahogaba le hiciste creer el agua eran alucinaciones.

Tú, tú le dijiste que solo tenía que sonreír y le obligaste a fingirte,
Y aunque su sonrisa no encajara con su vida ella se buscó un retrato de maravillas que cargar en el pecho,
Para ti, porque quería que te sintieras orgulloso.

Por eso, yo la maté, pero tú,
Tú la asesinaste.

Ustedes... fueron los culpables de que ella nunca llegará a sanarse,
Porque quizá si podía, quizá si era pasajero,
Pero quizá entre tantos quizá, solo la muerte se hizo real.

Ella solo quería que la quisierais sin juzgarla,
Que la quisierais y ya,
Aunque no fuera perfecta, aunque le faltaran cuerdas,
Aunque estuviera loca y no supiera amar,
Quería que le enseñarás.

Porque estaba dispuesta a ser tu marioneta, aunque la empujaras,
Aunque la mordieras y le dijeras que no valía la pena,
Ella quería quererte como si tú fueras la gran cosa,
Como si en verdad la fueras a amar.

Yo, yo la maté cuando decidí que sus manos se clavaran en el crucifijo que colgaste en la litera,
Yo le pedí que me abandonará,
Le pedí que se fuera, porque tu, no la querías,
Pero tú la asesinaste.

Así que toma tu maleta de responsabilidades y ve a llorarle rosas para que despierte,
Para que veas que la muerte no era solo imaginaria y que ella se estaba muriendo,
Que cuando te pidió ayuda no era porque fuera una dramática,
Ve y llora junto a su cadáver a ver si con eso sus fantasmas desaparecen,
Porque los míos siguen queriendo sangre.