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Nos dieron una suite de habitaciones comunicadas por una puerta, todas sobre un vestíbulo lujoso, enorme, abierto al mar y a la ciudad. Mi habitación era de color blanco el azul celeste, cómo el mar y la espuma.

Decidí quedarme aquí, no estaba de humor para fiestas, y tal como esperaba, Tarquin no lo tomó como ofensa, dijo que entendía por completo y que si necesitaba algo podía pedírselo a uno de sus sirvientes.

La puerta de mi habitación se abrió dándole paso a Rhysand, que me hizo enarcar una ceja al ver su ceño fruncido.

—¿Qué pasa?—indagué

Negó, acercándose al balcón donde estoy.

—Un poco preocupado por lo que haremos, es todo—contestó

Cerré los ojos un par de segundos tratando de crear una barrera para que no puedan escucharnos, pero no me sorprendí al notar que Rhys ya había hecho una.

—Es lo que hay que hacer—murmuré, en un intento de ofrecerle un poco de consuelo

Se paró a mi lado, viendo el mar. Así que me recosté contra la baranda del balcón mirando a la nada, a la espera de sus palabras.

—Creo que ellos se podrían llevar bien con Cassian y Az—dije—. Tarquin podría llegar a ser un buen amigo

Puse mi mano sobre su brazo haciendo que me mirara a la cara.

—Tarquin entenderá algún día—respiro profundo—. Lo entenderá muy bien cuando evitemos que su corte vuelva a ser destruída, no te preocupes

Bajó la cabeza abatido

—Nadie había querido ser mi amigo...—murmuró. «Con que por ahí va la cosa»—y por fin alguien quiere relacionarse, y yo...

—Tú haces lo que tienes que hacer, Rhysand—lo corté—. Lo haces para protegernos a todos, una vez más te sacrificas. Y si ellos luego no lo entienden, es su problema

Asintió pareciendo dudoso.

—¿Tu... tenías amigos en Hybern?—preguntó desviando la atención

Niego

—No, en su gran mayoría me tenían miedo. Solo Calum fue mi amigo durante tantos años, el único que me decía la verdad sin tener miedo y el único que se atrevía a contradecir a mi...—me corté antes de poder decir Padre— al Rey.

—No dijiste que eras una princesa—murmuró sin mirarme

—Lo soy—asentí—, pero nunca me gustó el término, el Rey me nombró princesa luego de inventarle una gran mentira al reino.

»Dijo que nuestro padre me aborrecía por ser mujer y que él me rescató de una vida de sufrimiento, que a partir de ese momento yo sería su hija y heredera al trono.

Bufó, pareciendo enojado incluso si hablaba de nuestro padre, que más de una vez llegó a ser cruel con nosotros.

—Nuestro padre no era un santo, pero te quería—dijo—. A su manera, pero te quería

Hice una mueca

—Lo sé, y por eso su poder me fue otorgado a mi, supongo

Me miró sin entender.

Bueno, hay mucho que contar.

»Cuando él murió—suspiré—. Esa noche yo estaba durmiendo y una repentina ola de poder me invadió. Escuché a papá decir que nos vería pronto-apreté los labios—. Solo Callum sabe sobre eso, y dijo que a lo mejor el caldero o quién sabe qué había decidido que su poder debía pasarse a mí, por eso soy tan poderosa, tengo dos veces mi poder.

A Court of Stars and Shadows [¡Pausada!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora