Charles había perdido a su esposa, la pequeña Flor perdío a su madre y F1 perdío a una gran piloto.
¿Habría un lugar para una nueva piloto y un nuevo amor para el monegasco?
Nadie quería que tomara el lugar de Daniela y harían lo que fuera para qu...
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Oscar se encontraba en la habitación de Altaír, la castaña estaba en la cama del hospital con muchos cables en ella y entubada; el australiano no podía creer que hace unos días tenía a su hija y al amor de su vida con el pero ahora parecía que la vida se las quería arrebatar.
—Oscar—Aisha entró a la habitación junto con Alex— hay alguien que quiere hablar contigo.
—¿Quien?—se giro a verlos mientras tenía su mano junto a la de la castaña.
—Tienes que verlo por ti mismo—respondió su amigo.
El australiano miro a su esposa y le dio un beso en la frente para salir de la habitación, al hacerlo se encontró con Alice y Esteban.
—¿¡Que hacen aquí?! ¡Váyanse!
—Oscar por favor, ella tiene que decirte algo.
—No—dijo el mirándola— ¡tus hermanas le hicieron esto a mi esposa! ¡se llevaron a mi hija y Altaír! ¡así que váyanse!
—Amigo, escúchalos—dijo Alex a unos metros de ellos.
—¡No! ¡Váyanse! antes que mande a sacarlos.
—¡Yo se donde estan Madelyn y los niños!—soltó sin más.
—¿Que?—dijo confundido.
—Si y por estoy estoy aquí—miro a Esteban para después mirar al australiano— necesitan salvarlas.
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Charles miraba con odio a Max; ambos estaban en urgencias siendo curados por dos enfermeras, después de que el Monegasco lo golpeo el red bull le regreso el golpee ocasionando una pelea; ambos chicos fueron separados por los demás.
—¿Quieres una foto? te duran más—dijo el rubio.
—¿Quieres que te de otro golpe?
Las enfermeras se miraron para dejarlos solos; ambos eran muy buenos amigos y Charles jamás se imagino aquella traición, se lo esperaba de todos pero de Max, jamás.
—¿Por que lo hiciste?
—Ella te amaba Charles.
—Si, claro. Me engaño contigo, se nota que me amaba.
