Charles había perdido a su esposa, la pequeña Flor perdío a su madre y F1 perdío a una gran piloto.
¿Habría un lugar para una nueva piloto y un nuevo amor para el monegasco?
Nadie quería que tomara el lugar de Daniela y harían lo que fuera para qu...
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Minutos antes
Altaír se encontraba en casa de Hazze junto a su pequeña niña; Flor jugaba con Ethan el cual había ido de visita mientras Madelyn arreglaba las cosas con Charles y Jade la pequeña hija de Alex y Jade también estaban.
—Esos niños serán como sus padres—dijo Hazze mirándolos.
—¿Locos y raros?
—No, tendrán una bonita amistad, estoy segura que Ethan las cuidará a ambas .
Altaír sonrió al ver la escena y era cierto; Oscar, Alex y Madelyn habían sido los mejores amigos y ahora era turno de sus hijos.
—¿A que hora te dijo que Mad venía?—pregunto la castaña.
—En unos segundos—respondió la monegasca saliendo de la cocina— se esta cocinando la cena le voy a llamar a Alex para que traiga el postre
Se acerco hacía la mesa para agarrar su celular pero alguien comenzó a tocar la puerta; Altaír se acerco para abrirla y Hazze escucho un grito y un ruido.
—¿Alt? ¿que pa...—se acerco a la puerta y la vio en el piso inconsciente y a tres hombres encapuchados.
—¡FLOR!—Fue lo ultimo que grito antes que uno de ellos se acercara a ella y la tomara del cabello.
La pequeña Leclerc rápidamente cargo a Mia mientras agarraba la mano de Ethan y el pequeño agarra a Jade; los cuatro comenzaron a correr hacía arriba; los dos hombres corrieron hacía ellos.
—¡No! ¡No les hagan nada por favor!
—¡MAMI!—Grito Jade.
Flor corrío hacía el baño para encerrarse en el baño; los puso a los tres en la tina y cerró la cortina.
—¡VAYANSE DE AQUÍ! Voy a llamar a la policía!
Aquellos hombres lograron derribar la puerta ocasionando que Flor se golpeara en la pared y cayera al suelo; los tres pequeños lloraban.
Mientras tanto en la parte de abajo Hazze había sido amarrada a una silla y le había tapado la boca con un trapo; intentaba gritar y moverse pero no podía.
—¡Tenemos a los niños!—Dijo un hombre cargando a Ethan y Mia.
—¡MAMI!—Grito Jade mientras lloraba.
Hazze negaba con la cabeza e intentaba gritar.
—¿Dónde esta la otra mocosa?
—Inconsciente en el baño.
—Ya no importa ¡vámonos!
Altaír abrió los ojos lentamente, le dolía la cabeza y al parecer sangraba de la nariz. Sacudió la cabeza y se giro hacía la cocina; vio a los hombres con los tres niños.
