𝐅𝐚𝐯𝐨𝐫𝐢𝐭𝐞 𝐂𝐫𝐢𝐦𝐞; 𝐂𝐡𝐚𝐫𝐥𝐞𝐬 𝐋𝐞𝐜𝐥𝐞𝐫𝐜

𝐗𝐗𝐗𝐈𝐈𝐈. 𝐃𝐞𝐬𝐚𝐬𝐭𝐫𝐞

Madelyn

No podía creer la cantidad de personas que estaban en el funeral de Ethan, sabía lo querido que era y lo popular. Altaír y yo siempre nos burlábamos pero al parecer tenía razón; la castaña se acerco a mi y tomo mi mano.

—¿Hablaste con sus padres?

—Por teléfono nada más.

—Aisha me dio esto; es su celular. Esta completamente roto—me mostro el celular de nuestro amigo.

—¿Deberíamos dárselo a su madre?

—Tal vez, es lo único que queda de su hijo.

—Las estábamos buscando—Oscar se acerco a nosotros junto con Charles

Lo mire, no había hablado con el desde hace días y en estos momentos no quería hacerlo. Alex me mando varios mensajes pero no le conteste, supongo que ya había llegado o eso me dijo el monegasco antes de irse.

Todos estaban aquí para despedir a Ethan, incluso los pilotos; el tenía un odio amor por ellos.

—Le encataría saber que media parrilla esta aquí—dijo Altaír.

—¿Listas para entrar?—dijo Charles.

—No, pero hagámoslo.

Entrelace su mano con la mía, después de lo que me dijo hace unas horas no sabía que decir o que hacer pero ese era lo ultimo de mis problemas.

Los cuatro caminamos hacía el lugar donde todos se encontraban, realmente era un lugar bonito para ser una funeraria, tal y como a el le hubiera gustado. Podía notar que había muchos modelos, hombres y mujeres llorando.

Todos los querían.

Mientras caminábamos a unos cuantos metros vi a los padres de Ethan y su hermana; los tres nos miraron y la primera que vino hacía mi fue su madre quien me abrazo. Me solté de la mano de Charles y la abrace, ambas lo habíamos perdido.

—Altaír cariño

La unió al abrazo, mientras el papá de Ethan y su hermana saludaban a Oscar y a Charles.

—Lo siento mucho María, en verdad lo siento—dije con lagrimas en los ojos— te prometí cuidarlo y no pude.

—Mad, no te culpo. Ethan era un adulto no podías estar detrás de el todo el tiempo. No es tu culpa, los accidentes pasan y lamentablemente ese accidente me quito a mi hijo pero se que el se fue feliz.

Asentí, mire al señor Miles y le di un abrazo.

—Lo siento mucho Sam, en verdad lo siento.

—Tranquila Mad, nosotros estamos tranquilos.

—Gracias por cuidar a mi hermano—hablo Gina por primera vez.

Tenía mucho que no la veía, hace tres años Ethan y ella tuvieron una horrible discusión que hizo que ambos se alejaran, ahora ella estaba aquí con lagrimas en los ojos sufriendo la perdida de su hermano.