𝐗𝐗𝐗𝐈𝐈. 𝐏𝐫𝐨𝐦𝐞𝐬𝐚𝐬 𝐫𝐨𝐭𝐚𝐬

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Nadie entiende el dolor de perder a alguien, nadie sabe por lo que pasas cuando te dicen que esa persona se fue, nadie esta preparado para ver partir a alguien que amas; Madelyn había perdido a su madre y ahora había perdido a su mejor amigo

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Nadie entiende el dolor de perder a alguien, nadie sabe por lo que pasas cuando te dicen que esa persona se fue, nadie esta preparado para ver partir a alguien que amas; Madelyn había perdido a su madre y ahora había perdido a su mejor amigo. Salió del hospital aunque sus amigos la llamaban, no iba a quedarse ahí viendo como su amigo ya no estaba, no se iba a quedar escuchando a Altaír llorar.

La vida se va en un abrir y cerrar de ojos, ayer tenían una de las mejores platicas y ahora ella se encontraba llorando en la habitación de Ethan ¿con que cara iba a mirar a sus padres? les prometió que cuidaría a su hijo cuando ambos se fueron de New York y había roto su promesa.

¿Había hecho las cosas bien? ¿fue lo correcto desconectarlo? ¿el lo habría querido? muchas preguntas que ya no tenían respuestas. Solo quedaba vivir con lo que pudo haber pasado y con lo que sucedió.

—Lo voy a extrañar

Altaír se acostó a su lado mientras la miraba; a pesar de que el ya no estaba, se tenían una a la otra.

—¿Por que el?—fue lo primero que pregunto Madelyn.

—No se, lo mismo le grite a Oscar, el era mejor que tu y yo, merecía vivir.

—¿Crees que hice lo correcto?

—Si, el ya no estaba aquí. Merecía descansar.

—¿Sus papás llegaron?

—Si, después de que te fuiste, su mamá esta destrozada, su hermana esta en shock y su papá bueno, el intenta ser fuerte.

—¿Gina esta aquí?

—Si, también me sorprendí pero es su hermana.

—Ethan estaría feliz de verla, a pesar de que discutían todo el tiempo y la ultima vez que se vieron, ya sabes no termino bien.

—Lo se, ella dice que se arrepiente mucho pero ya no hay vuelta atrás. El ya no esta

Madelyn levanto su cabeza y comenzó a mirar toda la habitación, mientras las lagrimas volvían a salir.

Ethan ya no estaba.

La castaña abrazo a su amiga y ambas comenzaron a llorar mientras que dos personas afuera las escuchaban.

Oscar y Charles se miraban entre ellos, no podían entrar y decirles que todo esta bien.

Porque nada lo estaba

Porque nada lo estaba

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𝐅𝐚𝐯𝐨𝐫𝐢𝐭𝐞 𝐂𝐫𝐢𝐦𝐞; 𝐂𝐡𝐚𝐫𝐥𝐞𝐬 𝐋𝐞𝐜𝐥𝐞𝐫𝐜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora