𝐗𝐋𝐈𝐈. 𝐂𝐨𝐫𝐚𝐳ó𝐧 𝐫𝐨𝐭𝐨

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Mick y Altaír  me miraban sorprendidos, tal vez estaban en shock por lo que acababa de pasar la verdad yo también lo estaba

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Mick y Altaír  me miraban sorprendidos, tal vez estaban en shock por lo que acababa de pasar la verdad yo también lo estaba. No pensé en que la respuesta de Charles fuera tan rápido.

—Es una locura—hablo ella  mirando su celular viendo todos las respuestas

—¿Por que?—la mire confundida.

—Hay gente que no esta de acuerdo y otra que si ¿estas segura de esto?

—Si.

La castaña miro a Mick, el cual no decía nada.

—Esta bien—suspiro— iré por cena ¿quieren algo?

Negué  mientras estaba acostada, se acercó a mi y acaricio mi cabello mientras me abrazaba

—Te lastimo pero tu no eres como ellos Mad.

—Me rompieron Alt y jamás se los voy a perdonar

Ella solo suspiro y dirigía su mirada al rubio, le hizo una señal y salía de la habitación

—¿Crees que este haciendo lo correcto?

—Mad—me miro— entiendo tu enojo y no te puedo decir lo que esta correcto o no porque lo que ellos hicieron no esta bien

Hice una mueca y puse mi cabeza en su hombro; el entrelazo su mano con la mía.

—¿Podemos irnos de aquí? quiero irme con Sebas, lo necesito

El asintió y me dio un beso en la frente.

Carlos había llegado a la casa de Charles después de la noticia

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Carlos había llegado a la casa de Charles después de la noticia. No podía creer lo que estaba leyendo, su amigo se había vuelto loco.

—Ah , eres tu. Pensé que sería mi agente gritándome que estoy loco—dijo sin darle importancia.

—Pues no soy el pero ¿¡estas loco?!

—Ella quiere volver  pero para eso necesito no estar yo.

—Charles, es tu sueño. No puedes tirar todo por la borda por una mujer.

El monegasco negó con la cabeza y río.

𝐅𝐚𝐯𝐨𝐫𝐢𝐭𝐞 𝐂𝐫𝐢𝐦𝐞; 𝐂𝐡𝐚𝐫𝐥𝐞𝐬 𝐋𝐞𝐜𝐥𝐞𝐫𝐜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora