Hoy me arme de valor para conversar contigo.
Suspiré.
Me tranquilicé.
Y caminé hacia tu sitio.
Estabas leyendo tu libro, en el receso.
Me senté a tu lado y me miraste con el ceño fruncido. Te salude y me saludaste.
Te pregunté si es que te acordabas de mi. Y me encanto tu respuesta.-Si, Finn. Eres el chico de el auto.
ESTÁS LEYENDO
Marceline.
Short Story"Su espacio era como, exactamente, el espacio. Así de grande, así de hermoso, así de frío. Con la única diferencia de que ella no tenía ninguna estrella. Pero si galaxias."