Capitulo 34

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Tras un año de residencia en Japón, lograste asegurar un empleo satisfactorio en la región. Momo se unió a ti y juntas trabajaron. En cuanto a Daisy, tomaste la decisión de inscribirla en el jardín de infancia, marcando así su primer día. Aquella mañana, la preparaste para su jornada.

Tn: ¿Estás emocionada, cariño?

Daisy: ¡Sí, mami! Soy grande porque iré a la escuela.

Tn: ¡Qué niña tan grande!

Mantuviste tu tono infantil al hablar con ella, acompañando sus inocentes comentarios con risas tiernas. Sus nervios te parecían absolutamente encantadores.

Una vez ayudaste a Daisy a prepararse, organizaste su merienda y su mochila, y juntas se dirigieron al preescolar. Al llegar, presenciaste a varios niños ingresando, algunos acompañados de uno de sus padres, otros con ambos progenitores. Por alguna razón inexplicable, te invadió una sensación de soledad, anhelando la presencia de alguien en particular. Suspiraste profundamente y te despediste de Daisy.

Tn: Daisy, compórtate bien, cariño. Sé que eres una niña muy responsable y astuta.

Daisy: ¡Y grande!

Tn: Jaja, sí, y grande también. Sabes que cuando salgas, esperaré por ti, Momo o tu padre, ¿de acuerdo? No te vayas con extraños.

Daisy: Está bien, mami.

Tn: ¡Así se hace, princesa! *Te acercas y la abrazas* Te amo, mi niña.

Daisy: Yo también te amo, mami *te corresponde el abrazo*.

Tras la despedida en el preescolar, acompañaste a Daisy a su clase y te dirigiste a casa para prepararte para la jornada laboral.

Momo: ¿Ya la dejaste en la escuela?

Tn: Sí, creo que hoy estaré ocupada en el trabajo. ¿Podrías recogerla por favor?

Momo: Hmm, hoy tengo un día muy atareado, le pediré a Izuku que vaya por ella *sonríe*.

Tn: Gracias, Momo. Está bien, nos vemos más tarde.

Tras despedirte de Momo y verla salir de casa, finalizas de arreglarte para dirigirte al trabajo.



Continuará.


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